Después del famoso ‘dieselgate’, Volkswagen concentró sus esfuerzos en los coches eléctricos estrenando su familia ID con el lanzamiento del Volkswagen ID.3 y el ID.4 basados en la plataforma MEB. Que, por cierto, la usan también los eléctricos de Cupra, Skoda y Audi, e incluso modelos de terceros como el Ford Explorer Electric y el inminente Ford Capri de nueva generación. Pues ahora Volkswagen ha definido una inversión de 60.000 millones de euros en motores de combustión interna. Los motores gasolina, parece cada vez más claro, ‘no están acabados’ en Europa.
Volkswagen sigue centrada en los eléctricos y, de hecho, recientemente ha dado nuevos detalles de su plataforma SSP que reemplazará a la MEB y a la MEB+ más moderna. Además, también han puesto fecha ya a sus eléctricos de 20.000€. Arno Antlitz, director operativo y financiero del Grupo Volkswagen, ha señalado en una entrevista que ‘el futuro es eléctrico’, pero ha querido matizar que ‘el pasado no ha terminado’. Es decir, que aunque el grupo automovilístico al completo –y no solo la marca Volkswagen- esté enfocado en los coches eléctricos, todavía van a mantener su apuesta por los motores de combustión interna.
Un tercio del presupuesto irá a motores térmicos, 60.000 millones de euros de inversión
Viendo la desaceleración de la demanda de los coches eléctricos tanto en Europa como en los Estados Unidos, así como también que parece muy probable que se revoque la prohibición de 2035 sobre la venta de coches con motor de combustión interna dentro de la Unión Europea, Volkswagen ha reaccionado rápido. Igual que Stellantis apostará por más modelos híbridos, y que hemos podido saber que Mercedes mantendrá sus motores gasolina pasado 2030, Volkswagen ha decidido dedicar un tercio de sus inversiones a los motores térmicos.
El presupuesto de I+D del Grupo Volkswagen, para los años 2023 a 2027, que evidentemente es un período que ya está en curso, contempla una inversión de 180.000 millones de euros en total. Y de esta cantidad, 60.000 millones de euros se dedicarán a motores de combustión interna. Es decir, que Volkswagen no va a replegarse en absoluto en su avance hacia los coches eléctricos, pero sí es verdad que van a mantener una sólida apuesta por los térmicos. Claro, que es que también los modelos con mecánias híbridas, o híbridas enchufables, se basan en un motor de combustión interna como parte de su conjunto motriz.
Dentro del Grupo Volkswagen hay marcas que no están reaccionando como deberían o, al menos, como esperan sus accionistas que hagan. Es el caso de Porsche, que está invirtiendo con firmeza en los vehículos eléctricos mientras sus accionistas piden que rebajen el ritmo para adecuarse a la situación del mercado. De hecho, Porsche ya se ha atrevido a tocar su ‘buque insignia’, el Porsche 911, lanzando una versión con motor híbrido por primera vez en su historia.
Ya hemos visto que incluso las marcas chinas con una clara ventaja competitiva en el segmento de los coches totalmente eléctricos están reconsiderando su estrategia. BYD ha multiplicado las ventas de híbridos con enchufe y desde comienzos de año se han centrado en estos motores con el objetivo de captar la demanda de los gasolina convencionales. Lo están consiguiendo a golpe de equiparar los precios, pero también con el lanzamiento de nuevos modelos que alcanzan los 2.000 km de autonomía combinada; es decir, sumando la autonomía del sistema térmico con la que ofrece el sistema puramente eléctrico..