Durante este fin de semana se ha cerrado la cumbre del clima de París, en la cual se han zanjado los acuerdos pertinentes para limitar el calentamiento global a dos grados durante este siglo. Y entre otras medidas interesantes resultantes de estos pactos, una de las más curiosas es que se prohibirán los vehículos de combustión interna. Después del escándalo Volkswagen, marca alemana, será precisamente Alemania uno de los países que prohíban estos vehículos.
La Agencia Internacional de la Energía, de la que España es miembro, ha decidido prohibir la comercialización de vehículos con propulsión basada en combustibles fósiles. Es decir, coches gasolina y diésel dejarán de venderse desde el año 2050, y cederán su terreno en favor de híbridos, eléctricos y vehículos de pila de combustible. Un acuerdo de la Electric Vehicle Initiative a la que se han sumado Países Bajos, Alemania, Noruega y Reino Unido. Además de estos, correspondientes al mercado europeo, también se han sumado la provincia de Québec de Canadá y otros ocho estados de EEUU.
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Se pretenden retirar los gasolina y diésel del mercado
Por el momento, el acuerdo suscrito por los países anteriormente mencionados, no tiene una base legal definitiva. Se espera que otros países continúen sumándose a la lista y, por el momento, España no se ha posicionado en disposición de hacerlo. Según este acuerdo, no se venderán coches nuevos propulsados por combustibles fósiles desde el próximo año 2050. Sin embargo, no se han establecido pautas para los eléctricos de autonomía extendida, que utilizan motores apoyados en combustibles fósiles para prestar una autonomía superior. Ahora bien, sí que afectará a los híbridos.
Por otro lado, sí se permitirá la circulación de coches gasolina y diésel, aunque hay que tener en cuenta las cargas que tendrán, sobre todo, en los grandes núcleos urbanos.
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