La nueva generación del Opel Insignia está disponible en varias carrocerías, y una de ellas es la Sports Tourer, que es su versión más familiar. Y esa es la opción de su gama que hemos probado, concretamente con el motor 2.0 Turbo de 260 CV, con un bloque gasolina de cuatro cilindros asociado a una transmisión automática de ocho velocidades, y con tracción a las cuatro ruedas.
La renovación del Opel Insignia ha llegado con gran cantidad de cambios, pero una de sus evoluciones clave está en la importante reducción de peso, de casi 200 kilos según la versión. Es algo perfectamente notable en su comportamiento dinámico para todas las versiones, pero en esta mecánica concreta el chasis tiene una respuesta muy destacable.
Una gran evolución para el Opel Insignia
En el interior del Insignia Sports Tourer nos encontramos con un diseño mucho más evolucionado que en la generación anterior, con una cuidada consola central en la cual la pantalla táctil de amplia diagonal y resolución se lleva el protagonismo, con una importante reducción de los botones físicos y un estilo más sobrio. Las calidades de construcción interior, y su solidez, marcan un nivel francamente alto. Y en el caso de la unidad probada, los asientos AGR hacen que la experiencia de conducción sea, indudablemente, un escalón superior.
La habitabilidad del Opel Insignia es más que correcta, pero en su versión Sports Tourer –la carrocería familiar- podemos disfrutar además de 560 litros como capacidad mínima de maletero y hasta 1.450 litros si recogemos los asientos traseros, que ofrecen también un nivel de confort realmente bueno.
Con 260 CV y 4×4, el motor 2.0 Turbo para el Insignia Sports Tourer
Pero quizá lo que más nos ha convencido en esta unidad probada es el motor. Como ya comentábamos, esta prueba del Opel Insignia Sports Tourer la hemos hecho sobre la versión 2.0T 260 CV 4×4, con cambio automático de ocho velocidades. Y si bien el cambio automático no exprime al máximo en todas las ocasiones a su mecánica, es suave en las transiciones entre velocidades y efectiva. Además, viene acompañada de levas tras el volante.
El motor de nuestro Insignia Sports Tourer se ha mantenido en los 8,5 l/100 km aproximados de media en circulación por autopista y subiendo a los 9,5 l/100 km fácilmente en circulación combinada. Eso sí, hemos disfrutado de una brillante respuesta que además se puede ‘suavizar’ con el modo Tour o agudizar con su modo Sport. Sorprende realmente su aceleración, y cumple de maravilla en las recuperaciones.
Es un motor muy interesante y divertido, que ayuda a disfrutar al máximo de un chasis que se comporta de maravilla, y un sistema de frenos efectivo y casi infatigable.