Tengo un coche eléctrico sin cargador en casa y sí, ahorro mucho dinero frente a mi gasolina anterior

La mayoría de la gente cree que es necesario tener un cargador en casa si te planteas comprarte un coche eléctrico y no es verdad. Luego hay otros muchos que creen que puedes tenerlo, sí, pero que entonces sale más caro que un gasolina, un diésel, o un híbrido. Y tampoco es cierto.

Yo tengo un coche eléctrico, en concreto un FIAT Grande Panda, y no tengo cargador en casa. Podría tenerlo porque tengo plaza de garaje propia, y quizá en el futuro acabe instalando un punto de carga. Pero de momento no lo tengo y sí, me sale más barato que un equivalente con motor térmico, o un híbrido.

Lo que gastaba antes con un gasolina, y ahora con un eléctrico

Anteriormente tuve un FIAT Panda con motor 1.0 mild hybrid, de 70 CV de potencia máxima. Un coche urbano que, sin embargo, era bastante ‘tragón’ en la ciudad. Y a día de hoy tengo un FIAT Grande Panda eléctrico, con 113 CV de potencia máxima. Aunque se llaman parecido, el Panda medía 3,68 metros y el nuevo Grande Panda tiene una carrocería de 3,99 metros. Es decir, es bastante más potente y algo más grande.

En uso urbano el Panda gasolina hacía alrededor de los 6,5 L/100 km, y el Grande Panda ronda los 15 kWh/100 km. Al salir de la ciudad, justo lo contrario: el Panda mild hybrid reducía el consumo de forma muy notable y el Grande Panda eléctrico, sin embargo, lo aumenta de forma muy considerable. Pero es que, en realidad, esto es así con cualquier coche eléctrico. En este más aún por su falta de aerodinámica.

¿En qué se traduce esto? Todo depende del precio del repostaje y del coste de la energía eléctrica, claro. Repostar gasolina cuesta a día de hoy alrededor de los 1,5 €/L, aproximadamente. Y en el eléctrico depende mucho, y ahí es donde está la clave. En Mercadona cargo con Iberdrola a 0,25 €/kWh; en el gimnasio, también con Iberdrola, cargo a 0,35 €/kWh. Y cuando utilizo el del supermercado Consum que tengo cerca, de Endesa X, el precio es de 0,35 €/kWh también.

El eléctrico es mucho más eficiente, y también más barato

En los datos que te estoy dando, 0,25€/kWh es caro. Cualquiera que pague facturas de la luz de una vivienda sabe que es un precio elevado para la electricidad. Y 0,35€/kWh, como es evidente, mucho más. La clave está en que un coche eléctrico es mucho más eficiente en ciudad que un coche térmico.

En la siguiente tabla te enseño que, para igualar el coste por cada 100 kilómetros del eléctrico, pagando a 0,25€/kWh, en el gasolina tendría que tener un consumo de tan solo 2,5 L/100 km. Y como supongo que ya sabrás, no existe un coche térmico con ese consumo.

De igual modo, para igualar el coste por cada 100 kilómetros del gasolina, en mi coche eléctrico, tendría que tener un consumo de 39 kWh/100 km. Y el Grande Panda es muy ineficiente en autopista, pero es imposible que llegue a hacer ese consumo para igualar el coste del coche gasolina.

Y en la tabla siguiente tienes lo mismo, pero considerando el coste de la energía a 0,35 €/kWh, que es lo que pago en el gimnasio. El coche gasolina tendría que consumir solo 3,5 L/100 km para igualar al eléctrico; y el eléctrico tendría que consumir 27,9 kWh/100 km para igualar el gasto que supone el coche gasolina.

Son buenos ejemplos para ver la enorme brecha que existe en el consumo de uno y el otro, y en el coste del repostaje y el coste de las recargas enfrentados de forma directa. Estamos hablando, evidentemente, de uso urbano y de puntos de carga lenta en corriente alterna; es decir, hasta 22 kW de potencia como máximo. Lo malo es que, a decir verdad, mi coche concretamente soporta tan solo 7 kW en este tipo de cargadores.

En un año, un ahorro de 900 euros

Los siguientes datos son sintéticos, digamos, porque no siempre cargo en Mercadona. Habría que hacer un cálculo considerando en qué porcentaje uso un cargador, y en qué porcentaje uso un otro. Pero antes de llegar ahí, como podrás ver, con el gasolina gastaría 1.462 euros anuales haciendo una media de 15.000 kilómetros.

Con el coche eléctrico, y a pesar de hacer uso de carga pública, que es mucho más cara que la carga en casa, puedo gastar desde sólo 562 euros; es decir, 900 euros de ahorro anual. Si hago uso del cargador del gimnasio, más caro, o del cargador del Consum, seguiría ahorrando casi 700 euros al año.

Y en este último caso supongamos que uso los tres cargadores por igual. Entonces habría que hacer un cálculo medio del precio de las cargas, que se quedaría en 0,32 €/kWh, y me llevaría a un coste por cada 100 km de 4,8 euros. Sigue siendo mucho más barato que el uso del coche gasolina.

Nos mantendríamos en el coche gasolina con un gasto anual de 1.462 euros por 15.000 kilómetros recorridos, mientras que en el coche eléctrico acumularía un gasto de 720 euros. Es decir, que después de un año de uso serían 742,50 euros de ahorro.

Y, por cierto, podría ahorrarme mucho más si me acogiera a una de las suscripciones de este operador. Pero no he querido meter esa variable en la comparativa para que no se inclinase la balanza en favor del coche eléctrico de una forma injusta. Además, todo depende de cuál sea la red de cargadores que preste la mejor cobertura en tu zona para poder cargar en el día a día, y para el uso por ciudad.