La situación es radicalmente distinta para las nuevas marcas de coches eléctricos que para las marcas tradicionales que han tenido que convertirse en fabricantes de eléctricos y, además, mantener ambos negocios en paralelo. Con millonarias inversiones en plataformas, por ejemplo, y en muchas otras áreas de hardware y de software. Ford está perdiendo 100.000 dólares por cada coche eléctrico que vende y es una fiel imagen de la dramática situación a la que se enfrentan diversas marcas tradicionales e históricas del sector.
Durante el primer trimestre del año 2024, y según el informe de ganancias anunciado el 24 de abril, Ford registró 1.300 millones de dólares en ingresos netos. Una cifra buena a priori, pero es que los coches eléctricos son un lastre realmente importante para la compañía americana. La división Model e, que es la que se dedica de forma específica a sus vehículos eléctricos, perdió por sí sola tanto como fue capaz de ganar la empresa de forma conjunta. Apuntan desde Bloomberg que, en estos momentos, como te decía, la marca está perdiendo unos 100.000 dólares por cada coche eléctrico que vende.
Los números no cuadran, el mayor lastre de Ford es su negocio en los coches eléctricos
Incluso a pesar de que Ford ha sido capaz de aumentar un 86% sus ventas de coches eléctricos durante el primer trimestre del año, hay que tener en cuenta que este tipo de vehículos son solo una pequeña parte de su catálogo y de su cartera de negocio. Solo han sido capaces de vender 20.223 unidades combinando las ventas del Mustang Mach-E, del F-150 Lightning y de la E-Transit. De hecho, es Ford Pro, la división comercial de la compañía, la que compensa las pérdidas de la división dedicada a los coches eléctricos.
Todas las marcas tradicionales están pasando por serios problemas en estos momentos, y en relación al mercado de coches eléctricos. Los grandes grupos como Volkswagen o Stellantis han hablado de ello. De hecho, desde Stellantis señalaron que ellos tienen la ventaja de que están construyendo eléctricos sobre una plataforma multi energía. Así que, incluso aunque estén ideados algunos de sus nuevos lanzamientos para contar solo con mecánicas totalmente eléctricas, pueden volver a los motores térmicos en cualquier momento para adecuarse a lo que demande el mercado.
Mercedes-Benz ha corregido su estrategia, como hemos hablado hace apenas unos días. Y en definitiva, todas están replanteando su estrategia y los objetivos que se habían marcado hasta ahora. Y en realidad no es un problema que esté afectando solo a las marcas tradicionales, porque incluso Tesla está dando marcha atrás en algunos de sus planes, y recortando en gastos, porque la demanda global de coches eléctricos está pasando por una importante pérdida de ritmo. En esto, eso sí, sufren mucho más las marcas tradicionales.
Y es ahora justo cuando se está empezando a plantear si quizá Toyota, que ha hecho una apuesta tibia por el coche eléctrico, y se ha mantenido desconfiada durante los últimos años, es la que ha acertado. Ellos siguen liderando el mercado mundial, y en realidad donde han hecho su mayor apuesta, y su mayor inversión, es en los modelos con motor híbrido.