Hace apenas unos días Europa planteó más aranceles contra China y sus vehículos eléctricos con la premisa de que reciben ayudas directas del gobierno asiático. Una fuerte subida de aranceles que a quien más afectaría es a SAIC, la dueña de MG, quien por cierto no ha dudado en reírse de las medidas. Y ahora se han abierto al debate tanto Europa como China, y todavía no se sabe cómo se resolverá la situación. Pero Europa no debería jugar con China, porque allí es donde se fabrican el 79% de las baterías para coches eléctricos. La potencia industrial de Europa en este sector es insignificante.
La industria del automóvil europea ya no tiene la fuerza que algún día tuvo. Y esto es porque cuando los europeos atacaron el mercado chino, el gobierno asiático obligó a hacer asociaciones con empresas locales. Estas empresas locales han estado bebiendo del conocimiento de los europeos –y de los americanos- durante años, hasta que se han decidido a salir ellos a Europa. Y en este momento estamos, en el que en China se fabrican coches de la misma calidad o mayor que los europeos y, encima, con un absoluto control sobre las baterías de los vehículos eléctricos.
Casi el 80% de las baterías de los coches eléctricos provienen de China, iniciar una guerra comercial con ellos no es buena idea
Incluso con los nuevos aranceles, BYD seguiría ganando más dinero en Europa que en China. Y a juzgar por esa mofa que ha hecho MG de los aranceles del 38,1%, todo apunta a que el efecto no sería tan negativo tampoco para ellos como los legisladores europeos han podido pronosticar. Lo que sí sabemos seguro es que de China salen el 79% de las baterías para coches eléctricos. Al menos esos son los datos de producción que tenemos del año 2021, y la situación ha cambiado poco o nada desde entonces.
El segundo mayor fabricante a nivel mundial es Estados Unidos, y sólo alcanzan a un 6,2% de la producción a nivel mundial. Hungría es el país europeo más destacado con una cuota de mercado ridícula en comparación con China, del 4% solamente. Pero es que en base a los planes de construcción de nuevas fábricas de baterías, para el próximo año 2025 el país más destacado en Europa sería Alemania, que pasaría a tener una cuota de mercado del 11,3%. Una situación algo distinta para el próximo año que, según las previsiones, mantendría a China con el 65,2% de la industria.
Si entramos a revisar la industria de las baterías para coches eléctricos con mayor detalle, CATL es el mayor fabricante mundial y le sigue BYD. Las dos son compañías chinas. La primera ya está trabajando en baterías de estado sólido, pero además están también ultimando sus baterías de sodio y este año lanzaron al mercado una de las mejores baterías LFP que existen, la Shenxing Plus. Y BYD está en una situación parecida, porque recientemente aceleraron el desarrollo de su batería de sodio para estar a la altura de CATL, y antes de que termine el año lanzarán su Blade 2.0 con celdas LFP. Las dos compañías llevan el impulso global de la innovación en baterías para coches eléctricos, y tienen el dominio absoluto del mercado.
China maneja el mercado global de coches eléctricos desde sus cimientos, que son las propias baterías que requieren este tipo de vehículos. Entrar en una guerra comercial con el país asiático es algo que no le interesa en absoluto a Europa. A menos que tengan claras intenciones de cancelar el ‘objetivo 2035’ de que solo se puedan comprar coches eléctricos en los concesionarios, y mientras tanto resuelvan el destrozo industrial que han provocado. A día de hoy, la industria europea no está preparada para ser competitiva a nivel global en el segmento del coche eléctrico, y existe una absoluta dependencia de China. Más vale que no se pongan a jugar con presiones, porque no hay duda de que saldremos perdiendo.