Ya conocíamos el cambio de la nomenclatura en la gama de Mercedes-Benz, que básicamente consiste en que todos los modelos SUV se nombran con las letras GL más la letra de la Clase de su berlina equivalente. Así, el Mercedes-Benz ML pasa a ser el Mercedes-Benz GLE. El cambio también afecta a los modelos roadster, que se nombrarán de la misma manera, pero empezando por las letras SL.
De esta manera queda claro que el coche del que aquí hablamos, el Mercedes-Benz SLC, viene a ser el SLK. Y de cara al 2016, aprovechando el cambio de nombre, desde la marca de la estrella han querido dar al pequeño roadster un lavado de cara e introducir algunos cambios a nivel de equipamiento y de motores, incluyendo un nuevo motor de entrada de 1.6 litros turbo.
El Mercedes-Benz SLC debutará en el próximo Salón de Ginebra en marzo de 2016.
A nivel estético los principales cambios los encontramos en el frontal, con una parrilla rediseñada, un nuevo paragolpes y unos faros revisados, que, opcionalmente podrán contar con tecnología LED. Los cambios en la trasera son bastante más sutiles, y constan de un paragolpes trasero con pequeños ajustes en el que se integran los tubos de escape y una nueva forma para las luces de los pilotos traseros.
En el interior el Mercedes-Benz SLC cuenta con un volante deportivo, el panel de instrumentos ha sido rediseñado y además se ha instalado una versión actualizada de su sistema de infoentretenimiento COMAND Online con nuevas características y una pantalla más grande.
Ahora el techo metálico se puede abrir o cerrar hasta a 40 km/h.
A nivel de motores hay bastantes novedades, empezando por una nueva versión de acceso, el Mercedes-Benz SLC 180, que equipa un motor de 1.6 litros turbo de unos 156 cv, con el que acelera de 0 a 100 km/h en 7,9 segundos.
El otro cambio en la gama de motores afecta a la versión más radical, el Mercedes-Benz SLC 43 AMG que sustituye al SLK 55 AMG. Este nuevo motor V6 de 3.0 litros y dos turbocompresores que ofrece 367 cv de potencia y un par motor de 520 Nm. La caja de cambios es la automática 9G-Tronic, en lugar de la 7G-Tronic que equipaba el SLK 55 AMG.
En Europa, la gama se completará con el SLC 200, un motor de 2.0 litros turbo de 184 cv, el SLC 300, también de 2.0 litros turbo y 245 cv, y por último, el SLC 250d, la única opción diésel de 2.0 litros que entrega una potencia de 204 cv.