Da igual si tienes aire acondicionado en el coche o climatizador, tienen un funcionamiento bastante parecido y lo cierto es que los síntomas de avería de un sistema y del otro son exactamente los mismos. Si el aire acondicionado sufre una avería lo podremos notar porque no enfría, pero además podremos notar otros síntomas como, por ejemplo, que los cristales se empañan en nuestro vehículo.
Para que el aire acondicionado del coche –o el climatizador– funcione correctamente y no sufra averías es importante llevar a cabo un correcto mantenimiento del sistema. La temperatura ideal para la conducción está entre 20 ºC y 24 ºC, así que esta es la temperatura que se recomienda que mantengamos en el habitáculo de nuestro vehículo. Si tenemos climatizador podemos configurar directamente esta temperatura, mientras que en un aire acondicionado convencional solo podemos seleccionar más o menos calor –y frío- y más o menos flujo de aire.
Que no enfríe suele ser lo más obvio
Como avanzábamos, el correcto mantenimiento preventivo del aire acondicionado, o del climatizador, son cruciales para evitar averías en el sistema de climatización de nuestro vehículo. Y eso supone que, en función de lo que recomiende el fabricante de nuestro vehículo en el libro de mantenimiento, se tienen que revisar componentes como el compresor, el gas refrigerante, el filtro deshidratante o los conductos, entre algunos otros componentes relacionados con el sistema de aire acondicionado del coche.
El síntoma de avería del aire acondicionado que se repite con más frecuencia, y que por tanto es el más habitual, es que el aire acondicionado no enfría. Y esto puede estar alertándonos de una avería típica, y es que nuestro vehículo esté perdiendo o haya perdido el gas refrigerante. Puede ser por alguna fuga o por otra avería relacionada, pero si ocurre esto veremos con facilidad que el sistema deja de enfriar correctamente el habitáculo de nuestro coche.
Hay otro síntoma de avería del climatizador que es muy habitual, y tiene que ver con la pérdida de aceite, que afecta directamente al compresor provocándole daños importantes. Si el compresor se daña, efectivamente podremos notar que el aire acondicionado de nuestro coche no enfría, o no lo hace a la velocidad que debería. En los días de calor más intenso, como es evidente, esta avería será más notable porque el coche tendrá todavía más dificultades para alcanzar la temperatura a la que hayamos configurado nuestro climatizador.
Y en último lugar, si notamos que los cristales se empañan con facilidad, cuando hacemos uso del climatizador o del aire acondicionado, es posible que estemos ante otro de los síntomas más habituales de avería del aire acondicionado. Si ocurre esto, es posible que se hayan producido daños en el evaporador del sistema de climatización, o que la avería en cuestión esté afectando a la sonda del aire acondicionado.
Por supuesto, también son muy típicos los malos olores al usar el aire acondicionado o la calefacción. Y esto ocurre por problemas en el filtro del habitáculo. Su sustitución, que está contemplada en el mantenimiento típico de cualquier coche, debería ser suficiente para que el interior de nuestro coche vuelva a oler correctamente. No obstante, hay formas de quitar los malos olores rápido, barato y sin tener que pasar por el taller.