El año pasado te conté que me había comprado una furgoneta, y que la campericé, y en diferentes artículos he ido detallándote qué hice, cómo lo hice y los problemas que me he ido encontrando. Pues bien, aquella furgoneta la vendí a un concesionario en el que me he comprado otra más grande y, como también te conté, cuando la tenga la camperizaré también. El caso es que al venderla me la han colado, porque no tramité la baja temporal del vehículo.
En mi cabeza el trámite tenía que ser sencillo: hacer el contrato de compraventa, que me paguen, hacer el cambio de titularidad del vehículo, y listo. Pero la venta como tal se hizo a finales de 2023, y a comienzos de año todavía no habían cambiado la titularidad. Es algo que yo fui viendo a través de la app MiDGT, donde salen listados los vehículos que están a tu nombre, y demás. Y aquí es donde está el problema, en que al no hacer el cambio de titularidad cuando correspondía, y estar el vehículo aún a mi nombre, el Impuesto de Vehículos de Tracción Mecánica me ha llegado a mí y, de hecho, soy el responsable de pagarlo en términos legales.
Al vender el coche hay que dar de baja el seguro y solicitar la baja temporal
Por este problema que te cuento ahora me toca pagar el impuesto, y después me lo abonarán ellos –porque así está convenido-. Pero no tendría que ser así, y lo tendrían que haber abonado ellos directamente y ser los responsables de su pago. Lo que tenía que haber hecho, y te lo explico para que no caigas en el mismo error, es solicitar la baja temporal del vehículo a Tráfico. Una baja que sirve por un año, aunque se puede pedir una prórroga de otro año más sin límite al encadenarlas y solicitándola dos antes de que se acabe la anterior. Eso se hace aquí, en la DGT, y cuesta 8,67 euros.
A mí me faltó solicitar la baja temporal. Al hacerlo, el comprador habría solicitado de nuevo el alta del vehículo con el cambio de titularidad y habrían sido responsables del pago de los impuestos que correspondan. Además de eso, evidentemente, hay que dar de baja el seguro o paralizar la póliza. Eso sí que lo hice, y ahora mismo tengo la póliza ‘congelada’ y a la espera de tener el nuevo vehículo para volver a activarla con su bastidor y su matrícula.
Como ves, yo he tenido algún que otro problema al vender mi vehículo, y eso que lo hice directamente con un comprador profesional, que es el propio concesionario en el que he comprado la furgoneta nueva que estoy esperando a recibir. Con un comprador particular hay que tomar todavía más precauciones. Así que mi consejo es que antes de hacer la compra, o la venta, de cualquier vehículo, te informes correctamente de qué pasos tienes que llevar a cabo.