¿Quién no ha soñado alguna vez con comprarse un Porsche? Para la mayoría es un sueño tan difícil de conseguir que ni siquiera se lo plantean. Pero si uno le pega un vistazo al montón de páginas dedicadas a la venta de coches usados, puede comprobar que por lo que cuesta un utilitario nuevo podemos comprar un impresionante Porsche Boxster, una buena manera de empezar con la marca.
Es verdad que los modelos más baratos están en torno a los 6000 euros, cuentan con más de quince años de antigüedad y pertenecen a la primera generación con motor 2.5 litros y 204 CV, teniendo un kilometraje elevado. Esta variante se quedaba un poco justa en cuanto a potencia, es por esto que mucha gente se decanta por la versión S de primera generación, con el motor 2.7 y 250 CV, estas unidades son de 1999 en adelante. También son muy buscadas las variantes 2.7 de 220 CV, que son algo más modernas y tienen unas prestaciones más que suficientes para disfrutar del coche.
Porsche Boxster, el mejor ‘primer Porsche’
El Boxster siempre ha demostrado una extraordinaria fiabilidad y una gran robustez, siendo considerado uno de los coches con menos problemas de la industria alemana. Son coches muy duros, que envejecen muy bien, que normalmente han estado siempre en garaje y su uso ha sido más ocasional que intensivo dada las características del coche. Bien mantenida, la mecánica del Boxster es indestructible pudiendo realizar kilometrajes muy elevados sin tener que hacer grandes reparaciones. En este sentido conviene asegurarse que el coche no tenga fugas de aceite, un problema que se corrigió con el tiempo, pero que han sufrido algunas unidades y que es recomendable reparar a tiempo.
También es importante verificar el funcionamiento y estanqueidad de la capota de lona, dado que su reparación es costosa. Y por ultimo asegurarnos que el coche en cuestión no ha tenido un golpe que haya afectado a la estructura. Los coches que han estado en zonas de costa suelen tener la pintura y la tapicería más castigada por el sol. Las versiones con cambio automático ofrecen menos emoción al volante a cambio de confort, nosotros elegiríamos un manual, por supuesto. De todas formas conviene no fiarse y buscar una unidad que esté en buen estado, con buena pinta y que tenga el libro de mantenimiento oficial. Si es así, siempre puedes pedir un informe del vehículo a la marca. Si no queremos tener problemas lo ideal es comprar el vehículo de ocasión en el propio concesionario, Porsche ofrece garantías como si fuera un vehículo nuevo. Es algo más caro pero nos evitaremos sorpresas.
Mucho mejor es comprar unidades con pocos años y kilómetros, aunque el precio como es lógico subirá bastante. Esta alternativa va enfocada a clientes que buscan un coche prácticamente nuevo pero se quieren ahorrar entre un 25% y un 40% del precio de tarifa.
Lo que está claro es que cualquier opción por la que nos decantemos será una buena compra seguro. Tendremos un coche deportivo, con carisma, divertido y por supuesto con el empaque y la personalidad que solo una marca como Porsche sabe darle a sus coches.