Lo confieso: es la primera vez que escribo sobre una película. Y aunque he visto la saga completa, la primera vez que me planteo contar algo sobre Fast & Furious. Esta semana se ha estrenado la octava, Fast & Furious 8, que es la primera que se rueda al completo sin Paul Walker, y la primera en la que desconocíamos si habría o no referencias. Era un punto importante, pero no lo único. Y ahora que la he visto, hay algunas cosas que quiero compartir contigo.
Indudablemente, Fast & Furious 8 está lejos de las primeras entregas. Del motor, el tunning, las carreras, la pasión por quemar rueda. Ya no son ‘coches trucados’ por mecánicos de calle, sino superdeportivos de lujo puestos hasta arriba de billetes, más que de arandelas y tornillos de cajón de taller de barrio. Pero los coches siguen siendo importantes, y hay apariciones que recuerdan a las primeras entregas, como el Toyota GT86.
En Fast & Furious 8 hay referencias a los comienzos de la saga. Un nuevo personaje amante de los deportivos japoneses, y ‘policía’. ¿Recuerdas los inicios de Brian O’Conner?
Los coches en Fast & Furious 8 ¿siguen siendo importantes?
Sí, siguen siendo importantes, y no quiero hacer spoilers, pero hay una referencia interesante. El Toyota GT86 que mencionaba no es el Toyota Supra de Paul Walker en sus inicios, ni mucho menos, pero es una evidente referencia a su amor por los deportivos japoneses. Y… ¿quién lo lleva? Un policía novato, apasionado por cumplir las normas, pero profundamente comprometido con ‘el bien’. Y si eso supone acercarse a la corrupción, adelante.
El trailer engaña. Los amantes del motor ya no tenemos tantas carreras y planos del tunning más loco. Pero Fast & Furious 8 está lleno de superdeportivos y vehículos exclusivos.
Es un nuevo personaje, completamente nuevo, pero que recuerda a Brian O’Conner, el personaje de Paul Walker. Una discreta pero correcta referencia que, además, para muchos quizá pase desapercibida cuando vea la película. Pero está bien, y no es la única. La otra es un nuevo integrante de ‘La Familia’, que también se llama Brian, y que nos deja con la miel en los labios para esperar ansiosos a una nueva entrega. Ya no son tan importantes los coches, las carreras, el ruido, el asfalto… ahora es una película mucho más centrada en la acción y los efectos especiales, pero seguro que la vas a disfrutar.