La inevitable transición hacia la movilidad eléctrica, ha provocado que muchos fabricantes den un paso intermedio. Este paso son los llamados PHEV «Plug-in Hybrid Electric Vehicle». A medio camino entre un vehículo de combustión y uno 100% eléctrico, se postulan como gran alternativa antes de la implantación definitiva de los vehículos totalmente eléctricos.
¿Qué son?
Como su propio nombre indica, estos vehículos son coches híbridos. En los que se auna un motor de combustión y un motor eléctrico. La diferencia principal con los vehículos únicamente híbridos es que estos tienen una mayor batería y por lo tanto necesitan ser cargados.
Si superan los 40 kilómetros de autonomía declarada en modo eléctrico son considerados por la DGT como vehículos eléctricos y pueden utilizar la pegatina de 0 emisiones. Por lo que se benefician de todas las ventajas que tienen los eléctricos en las grandes ciudades como aparcar de manera gratuita en las zonas de estacionamiento regulado.
Modelos disponibles
La oferta de vehículos híbridos enchufables del mercado no es muy extensa. La mayoría coinciden en una capacidad de batería similar, junto a una autonomía declarada de alrededor de 50 kilómetros y un motor de gasolina. No se suele frecuentar en exceso un vehículo PHEV diésel.
Existen diferentes modelos por categorías y precios. Por ejemplo, el Mitsubishi Outlander PHEV, un SUV de grandes dimensiones y con una autonomía declarada de unos 50 kilómetros. Existen modelos de distintas marcas. Nosotros hemos podido probar el Audi A3 e-tron del que pronto os traeremos nuestras impresiones.
Cabe destacar entre todos los modelos disponibles el Hyundai Ioniq enchufable. Es el PHEV que más autonomía homologa en el ciclo NEDC del mercado. Hasta 63 kilómetros de manera 100% eléctrica.
¿Merecen la pena?
La pregunta del millón. Quien se plantea un PHEV está claro que no puede acceder a un Tesla. También que la autonomía de un vehículo eléctrico puro le sirve por diferentes circunstancias y que puede cargar su vehículo diariamente en casa o en el trabajo.
La respuesta es muy sencilla. Un PHEV es tu compra si cubres en modo 100% eléctrico los kilómetros diarios que realices. O si puedes cargar en tu lugar de trabajo y volver también en modo 100% eléctrico. El motor de combustión sólo debes usarlo en viajes largos y los fines de semana.
- La autonomía eléctrica real de la mayoría de PHEVs del mercado no supera los 30 kilómetros.
El problema viene a la hora de valorar la compra del mismo vehículo en su versión PHEV y en su versión de combustión. La diferencia de precio entre un Ioniq híbrido y un Ioniq híbrido enchufable ronda los 7.000 euros. Por lo que para amortizar la diferencia de precio, habría que realizar muchos kilómetros en modo eléctrico y casi nulos en modo de combustión. Al tener una batería mayor y un peso mayor, cuando la batería se vacía, el PHEV consume incluso más gasolina.
La excepción que confirma la regla
Próximamente os traeremos la prueba del Audi A3 e-tron. En este caso, el vehículo PHEV es más rentable que un diésel de potencia similar y cambio automático. Gracias a los descuentos que se le aplican a este tipo de vehículos, el A3 en su versión e-tron tiene un precio inferior al A3 2.0 diésel con cambio automático y tracción total. Aunque esto no es algo habitual como ya he comentado anteriormente.
Siempre que podáis, intentad adquirir un vehículo 100% eléctrico ya que seguramente, si no realizáis viajes largos habitualmente, os sirvan para cubrir la totalidad de vuestros desplazamientos cotidianos. Y si echas cuentas podéis llegar a ahorrar tanto como para alquilar un vehículo de combustión para las vacaciones.