Desde el año 1960, en España la población –casi- no ha parado de crecer en España en cifras absolutas, y como podrás imaginar, la circulación de vehículos y la densidad del tráfico en nuestras carreteras, ha seguido una evolución bastante similar. Estos son los años que hemos analizado, desde 1960 y hasta la actualidad, y es curioso ver que 1989 fue el peor año para nuestras carreteras, pero ¿por qué?
Saliendo de la línea habitual de noticias y actualidad, esta vez hemos querido prestarnos con más detenimiento a una tendencia interesante. La gráfica que nos ocupa en este artículo, y sobre la que haremos constantes referencias, refleja únicamente el número de fallecidos (anuales) desde 1960 hasta 2015, el pasado año, que son los últimos datos recogidos por la DGT en su Anuario Estadístico de Accidentes. Como veréis, la cifra de fallecidos en carretera, por accidentes de tráfico, creció casi de forma constante hasta el año 1989, con un pico importante, y desde entonces tampoco ha parado apenas de descender ¿a qué se debe todo esto?
Cada vez muere menos gente en carretera por accidentes de tráfico
Al término del pasado año 2014, se registraron un total de 396.000 defunciones en España. De estas defunciones, los fallecidos en accidentes de tráfico, en datos del Instituto Nacional de Estadística, se encajan dentro de las causas externas de mortalidad, y conforman uno de los conjuntos más reducido. Actualmente rondamos una cifra de ‘sólo’ 1.500 fallecidos anualmente, aproximadamente, pero hubo un año que se alcanzaron los 9.350 fallecidos, prácticamente.
La seguridad de las carreteras
A través de diferentes impuestos, pero también con el importe de las multas de tráfico, cada año los españoles pagamos por una importante inversión en infraestructura. Constantemente, las autopistas y carreteras se están mejorando y reparando, tanto su pavimento como la señalización, precisamente con la intención de mejorar la seguridad en las carreteras y reducir la siniestralidad en las mismas.
Los vehículos
El caso de los vehículos es todavía más interesante, porque nuestros coches han evolucionado aún más. En nuestro caso, la EuroNCAP ha estado aumentando sus exigencias en materia de seguridad, y desde el año 1989 se han aplicado nuevas políticas de protección a los peatones –para accidentes con atropello-, se han introducido nuevos sistemas electrónicos de control de estabilidad y tracción, nuevos elementos físicos de protección estructural y los airbag, que cada vez son más en el interior del vehículo.
Cada vez nuestros coches cuentan con más y mejores elementos de seguridad activa y pasiva, y los riesgos de lesiones y fallecimiento en accidente se reducen considerablemente con los vehículos más modernos. En este sentido, el factor que juega en contra es la antigüedad del parque móvil, con una importante cantidad de vehículos en circulación sin las últimas medidas de seguridad.