MG está ganando terreno –y cuota de mercado- en España, y el resto de Europa, a través de su gama de modelos térmicos impulsada especialmente por el MG ZS. Ahora apenas acaban de dar el salto a los híbridos con la introducción del MG 3 Hybrid+ en el segmento de los subcompactos, y el MG ZS Hybrid+ entre los SUV compactos. Pero la marca china tiene también una sólida apuesta por los coches eléctricos, y SAIC, su matriz, acaba de confirmar que MG lanzará su primer eléctrico con batería de estado sólido en 2025. Concretamente, según esta información oficial, se lanzará durante la primera mitad del año, adelantándose a todos sus competidores.
MG se adelanta con las baterías de estado sólido
El subdirector general ejecutivo de SAIC, Yu Jingmin, es quien ha confirmado en una entrevista con los medios de comunicación que la nueva batería de estado sólido desarrollada por SAIC se usará por primera vez en un coche eléctrico de MG. Y ha confirmado, efectivamente, que el lanzamiento tendrá lugar en algún momento a lo largo de la primera mitad de 2025. No está confirmado todavía, pero se sospecha que ocurrirá, exactamente, durante el segundo trimestre de este próximo año. Además ha confirmado también que el nuevo MG S5 se lanzará en noviembre de este año.
Hace solo unos días te contaba sobre la situación de las baterías de estado en 2024. Y como te detallé en aquel artículo, la mayor parte de los fabricantes, de entre los que están más avanzados en el desarrollo de esta tecnología, apuntan al año 2027 para los primeros vehículos eléctricos con batería de electrolito sólido. Compañías como Toyota o Nissan, Hyundai, KIA, Porsche, BMW y Mercedes-Benz, entre algunas otras, están acelerando sus trabajos para ofrecer esta tecnología lo antes posible. Ya sabemos, en cualquier caso, que al principio será una tecnología bastante cara, que además solo estará disponible en algunos pocos modelos, y que no ofrecerá todo su potencial. Pero son baterías que se prestan a superar los 1.000 km de autonomía con una gran densidad energética, mayor seguridad y cargas más rápidas.
Por qué hay tanto interés por estas baterías
Ya lo he explicado en muchas ocasiones, pero la diferencia fundamental entre estas baterías y las que ya se están usando en los coches eléctricos está en que su electrolito es sólido, mientras que en las tecnologías actuales el electrolito es líquido. Esto tiene varias implicaciones, como que al no tener un separador el volumen se reduce un 40% de media y la masa un 25%. Es decir, que las baterías de estado sólido presentan una enorme mejora en términos de densidad energética gravimétrica y volumétrica. En definitiva, más autonomía para los vehículos eléctricos que las utilicen.
Pero es que además de esto, que desde luego es importante ya por sí solo, estas baterías prometen una vida útil mucho más larga. Hablan de 45.000 ciclos de carga y descarga, que se traducirán en muchos más kilómetros de uso que lo que pueden soportar las baterías actuales. También soportan un rango térmico de funcionamiento más amplio, de entre -25 ºC y 60 ºC. Y como te comentaba, son también baterías más seguras, con electrolitos que no son inflamables, corrosivos ni volátiles.
No tan deprisa
Pero el principal problema que presentan a día de hoy las baterías de estado sólido es escalar su producción, y los costes que implican. Se espera que sí, su disponibilidad comience en el año 2025, pero en un modelo MG de gama alta y con una producción limitada. El resto de fabricantes –algunos de ellos- ya han avisado precisamente de esto. Toyota tiene fijada para 2027 la fecha de llegada de sus baterías de estado sólido, y sabemos cuál será el primer modelo. Será un modelo de Lexus, efectivamente, con una producción limitada a unas pocas unidades.
Las baterías con electrolito sólido van a posicionarse por encima de las baterías NCM en términos de rendimiento y, como te digo, se quedarán reservadas para modelos de gama alta y en versiones muy concretas. Todavía quedan años, y no pocos, para que esta tecnología sea accesible a nivel de precio y empiece a popularizarse en segmentos de gama inferior.