Hace apenas unas semanas vimos cómo Stellantis cambió el nombre del Milano por Alfa Romeo Junior, y fue una decisión de última hora porque en Italia no se permite usar denominaciones italianas para productos que no tengan este origen. El grupo automovilístico resolvió este problema ‘por las bravas’, cambiando la denominación comercial de su último modelo, pero hay problemas con más modelos. Tanto es así que el país ha empezado a confiscarle unidades a Stellantis de un modelo de FIAT porque tiene una bandera italiana en su carrocería.
Desde luego que no es el modelo más importante de FIAT, y mucho menos de Stellantis, porque sus ventas son residuales. Aún así, parece que Italia es lo está tomando en serio, eso de defender el origen de sus productos en relación al marketing, y el hecho de contar con una bandera en su carrocería parece que es suficiente inconveniente como para plantear un problema legal para Stellantis. El modelo afectado es el FIAT Topolino, que no deja de ser un derivado del Citroën AMI –como el Opel Rocks-, y es que aunque muestre una bandera italiana en realidad se fabrica en Marruecos.
Italia le ha hecho la cruz a Stellantis, están confiscando unidades del FIAT Topolino por su bandera italiana
El gobierno italiano parece que ha decidido endurecer la aplicación de la norma, específicamente en el sector del automóvil, y ahora ya no solo están planteando problemas con la denominación comercial de los modelos que están y que se quieren poner a la venta, sino también con otros detalles. En el caso del FIAT Topolino, como te contaba, el problema que encuentran en el vehículo es que tiene una pequeña bandera italiana y es un coche eléctrico que no se fabrica en Italia, sino que su producción se lleva a cabo en Marruecos –como le ocurre al Dacia Sandero, por ejemplo-.
Y lo que ha ocurrido es que este coche fabricado en Italia se transporta en contenedores en barco, desde Marruecos hasta la Toscana. Allí se han confiscado 134 unidades de las cuales un total de 15 son configuraciones Dolcevita, descapotables. Justifican la medida por la ley italiana de 2003 que, como te conté cuando ocurrió lo del Alfa Romeo Milano, que finalmente ha pasado a llamarse Alfa Romeo Junior, prohíbe a las empresas vender productos que insinúen estar fabricados en Italia cuando realmente no es así.
Según ha explicado un portavoz de Stellantis, ‘el único objetivo de esta pegatina es indicar el origen empresarial del producto’, en tanto que FIAT es una marca italiana. No obstante, desde Stellantis han indicado que el problema ya se ha resuelto, y la solución ha sido tan sencilla como retirar esas pequeñas pegatinas de las unidades intervenidas, con la autorización previa de las autoridades competentes. Así que, de nuevo, Stellantis ha podido resolver las presiones del gobierno italiano de forma rápida, sencilla y económica, aunque parece toda una persecución dirigida.
La ley italiana tiene bastante sentido, tanto para proteger la ‘marca’ del país como para evitar que se engañe a los clientes. Ahora bien, es verdad que han sido dos casos muy seguidos para Stellantis, aunque a dos marcas distintas, y efectivamente empieza a parecer una medida dirigida directamente contra el fabricante de automóviles. No es que la ley esté hecha contra Stellantis, ni mucho menos, porque de hecho lleva 21 años en vigor. Pero sí que es cierto que ha sido ahora cuando se ha empezado a aplicar de una forma más minuciosa. O al menos eso es lo que parece.