Para conducir de forma segura y reducir la fatiga es fundamental que el parabrisas nos deje ver bien la carretera durante el invierno. Pero claro, es muy típico que los cristales se empañen y estemos en una lucha constante. En realidad, para este problema tan habitual hay una solución muy fácil, barata y rápida que consiste en usar vinagre de cocina. No es el único truco que tenemos a nuestro alcance para evitar que se empañen los cristales, pero sí es uno de los pocos que nos permitirán arreglar el problema sin tener que salir siquiera de casa a comprar ningún producto.
Lo que tienes que hacer es mezclar agua con vinagre blanco, el típico que tenemos en la cocina, a partes iguales. Una vez que lo tengamos correctamente mezclado al 50% cada uno, podemos rociarlo sobre el cristal empañado cubriendo por completo toda la superficie afectada. Con un trapo suave, y más recomendable aún con una bayeta de microfibra, vamos a limpiar todo el cristal haciendo movimientos circulares y sin aplicar demasiada fuerza sobre el cristal. Lo siguiente que hay que hacer es secar el parabrisas correctamente con papel –que no deje residuos, porque sino no vamos a arreglar nada- y ya está, con una sola pasada debería desaparecer el vaho que empaña los cristales del vehículo por dentro.
Evitar que se empañen los cristales del coche es más fácil de lo que parece, y no hacen falta ‘productos milagro’ para conseguirlo
Lo más típico es poner la calefacción con aire caliente y dirigir el aire al parabrisas para que la humedad se seque rápidamente y desaparezca el vaho de los cristales. Este es un buen truco para resolver de forma rápida los problemas de visibilidad durante la conducción. Eso sí, se recomienda hacerlo con las ventanillas bajadas y siempre utilizando el botón de recirculación del aire que hay en alguna parte de los mandos del sistema de climatización.
Y esto que te explicaba justo antes es así porque de ese modo se utiliza el aire de dentro del coche, y no se toma aire del exterior, que puede estar más húmedo. Es decir, que se obliga al aire del habitáculo a pasar por el filtro del aire acondicionado, que entre otras cosas es capaz de atrapar la humedad. También se puede hacer con aire frío y, de hecho, hay mucha gente que cree que es el que hay que utilizar, pero en realidad con aire frío se tarda algo más de tiempo.
Estas son algunas de las soluciones típicas para evitar que se empañen los cristales de manera puntual. Hay quienes recomendan cortar una patata por la mitad y pasarla por el cristal para después limpiarlo y secarlo de forma correcta. Dicen que así, igual que con las gafas de ver, el cristal no coge tanta humedad y se evita que se empañe. Sea como fuere, lo que no tenemos que olvidar es que hay que limpiar el cristal por dentro de forma habitual, de modo que la superficie esté limpia y sea más difícil que la humedad se concentre en su superficie creando el molesto vaho.
También hay productos de limpieza específicos para todo esto, con soluciones químicas muy concretas que reducen la humedad. Y hay quienes ponen en el parabrisas un saco antihumedad durante los meses de invierno, para que absorba el exceso de humedad que se puede concentrar en el habitáculo del vehículo y, de este modo, se reduzca la probabilidad de que los cristales acaben empañándose. Incluso con cualquiera de estos trucos, créeme que la mejor solución es mantener limpio el parabrisas por dentro, y usar el botón de recirculación del aire cuando parezca que se va a empañar el cristal.