Con el Lotus Type 135, la marca parece tener claro que quieren que sea lo más fiel al ADN del Elise. Y el punto clave está en mantener un peso contenido, en tanto que les sea posible, para poder ofrecer una excelente relación entre peso y potencia. En realidad es algo en lo que han insistido en Lotus desde el principio en su apuesta por los coches eléctricos, y por eso han trabajado en que la densidad energética gravimétrica de sus baterías sea la máxima posible. Tanto es así que el Lotus Type 135 es imposible con las baterías actuales.
Existen multitud de tipos de baterías para coches eléctricos que ya están al alcance a día de hoy de los fabricantes. Aún así, la mayor parte usa baterías NCM o baterías LFP. En el caso de un modelo de Lotus, de sus prestaciones y presupuesto, una batería con celdas NCM es lo idóneo porque son las que más densidad energética pueden lograr. Y no solo gravimétrica, sino también volumétrica. Y en el Lotus Type 135 es importante mantener el peso contenido, pero también hay que tener en cuenta que sus dimensiones son limitadas. A priori, debería estar saliendo a la venta en el año 2027 y con el objetivo de sustituir al Lotus Emira y su motor gasolina, con un precio de unos 90.000 euros aproximadamente.
Lotus tiene problemas, la tecnología de baterías actual pesa demasiado para los coches eléctricos que quieren diseñar
Ben Payne, jefe de diseño en Lotus Group, ha insinuado que el Lotus Type 135 podría retrasarse y que, efectivamente, el motivo detrás de este problema sería la limitación de las baterías actuales. Quizá estén pensando en algo como la batería de estado sólido de Samsung con 1.000 km de autonomía, que efectivamente estará llegando al mercado en el año 2027. O tengan otros planes distintos, pero también Toyota tendrá su batería de estado sólido en 2027 y, en cualquier caso, parece claro que un ligero retraso podría ser suficiente para que Lotus tenga a su alcance una tecnología de batería mucho más avanzada.
El Lotus Elise sigue siendo ‘el punto de referencia para la marca’, tal y como ha recordado Ben Payne. Y como te decía antes, la marca ha estado insistiendo de forma constante en los últimos años en que la relación entre peso y potencia es un aspecto fundamental en el desarrollo también de sus nuevos coches eléctricos. Según Payne, ‘la tecnología actual realmente no permite recrear ese producto de una forma convincente’. Y es que los coches eléctricos tienen una carrocería más alta por norma general y pesos superiores por la batería que utilizan.
De hecho, ahí están el Lotus Emeya y también el Lotus Eletre, que cumplen lo que dice Payne y son bastante más grandes y más pesados que cualquiera de sus coches con motor térmico. Estas particularidades del hardware actual hacen que vaya a ser difícil que cualquier coche deportivo pueda imitar las características del Lotus Elise original. Y aún así, en lo que Lotus ha estado poniendo especial esfuerzo es una nueva plataforma ligera dedicada específicamente para futuros coches eléctricos deportivos. De hecho, el Lotus Type 135 será el primero en basarse en esta nueva arquitectura.
Se llama E-Sports, y tiene una estructura de bastidor auxiliar trasero que según lo que ha avanzado la arca de forma oficial es un 37% más ligera que la de un Emira con motor gasolina. Además está diseñada para que las baterías se puedan poner en la mitad del chasis, entre los ejes. Gracias a esto se podrá conseguir un reparto de pesos equilibrado, además de un centro de gravedad bajo, y persiguiendo que el puesto de conducción también esté lo más bajo posible. Pero, de momento, será clave que llegue alguna tecnología de batería más ligera, y quizá las baterías de estado sólido sean la solución. Pero esta tecnología no va a ser en absoluto económica en sus inicios allá por el año 2027.