Esta misma semana, los representantes de la Unión Europea, y de Alemania, finalmente han llegado a un acuerdo respecto a la prohibición propuesta para el año 2035 de vender coches nuevos de combustión. Se ha negociado una excepción para los coches nuevos con combustibles sintéticos, conocidos también como efuels. Y dado este acuerdo, incluso después de 2035, se podrán vender algunos coches de combustión, pero siempre y cuando funcionen única y exclusivamente con combustibles alternativos y que sean neutros en carbono. Algo que podría cambiarlo todo en el futuro de la industria del automóvil.
Alemania, junto a otros países europeos entre los que está Italia –España, por ejemplo, se opone por completo- se han fijado el objetivo de modificar la norma propuesta por Europa para incluir una serie de excepciones. Aunque Europa tenía previsto prohibir la venta de todo coche con motor de combustión desde 2035, estos países europeos han conseguido finalmente llegar a un acuerdo tras las presiones y negociaciones encabezadas por Alemania. Y finalmente Europa ha cedido hasta el punto en que se añadirá una excepción. Los estados miembros de la Unión Europea, después del año 2035, sí que podrán vender coches nuevos de combustión, pero con la importante particularidad de que tendrán que utilizar combustibles alternativos neutros en carbono entre los que están los que conocemos como efuels.

Finalmente sí, Europa permitirá vender coches con motor de combustión pasado el año 2035, pero que usen combustibles neutros en carbono
La Comisión Europea ya tenía redactada una propuesta contemplando excepciones que encajasen con las peticiones de los estados miembro que perseguían que pasado el año 2035 se puedan seguir vendiendo coches nuevos con motor de combustión. Y este pasado viernes, finalmente han llegado a un acuerdo. Eso no quiere decir que lo pactado en este acuerdo se vaya a aplicar, pero sí que se puede avanzar el curso legal típico para que, efectivamente, en la norma que se empezará a aplicar desde el año 2035 exista una excepción en favor de la venta de coches nuevos con motor de combustión. Pero no cualquiera, sino los que utilicen solo combustibles neutros en carbono.
De hecho, las intenciones de Europa apuntan a que los fabricantes de automóviles que lancen este ‘nuevo tipo’ de coches tengan que instalar un sensor que se encargue de impedir el arranque del motor en caso de que el usuario reposte gasolina o diésel, que no son combustibles neutros en carbono, o cualquier otro tipo de combustible que no sea neutro en carbono. Respecto a este cambio, importantes figuras del sector del automóvil se han posicionado y, por ejemplo, Luca de Meo, CEO de Renault, han considerado que es un esfuerzo innecesario intentar cambiar esta norma porque llega tarde. El directivo de la marca francesa ya señaló que la inversión se ha movido por completo al desarrollo del coche eléctrico y ‘nadie está desarrollando un nuevo motor de combustión desde cero’ ahora mismo.

Hay quienes consideran que este movimiento ‘de última hora’ de Alemania, y otros países como Italia, y el acuerdo que se ha alcanzado con Europa, son solo una distracción en el objetivo de la electrificación de los coches nuevos en Europa. Muchos consideran que estas noticias de última hora en torno a la prohibición de los coches térmicos son un importante problema para los consumidores, que cada vez tienen menos claro qué tipo de vehículo tienen que comprar y en qué momento se tendrán que plantear el cambio del coche que tienen ahora mismo.
La idea de los organismos europeos implicados es no modificar la normativa que ya está siguiendo su curso legal, sino que exista un procedimiento paralelo para esta y otras posibles excepciones. Si todo avanza por el cauce que debería, efectivamente la norma, aunque no de forma directa, cambiará para que las marcas de coches europeas y las demás, siempre y cuando comercialicen dentro del mercado europeo, puedan vender coches nuevos con motor de combustión. Pero estos coches nuevos con motor de combustión tendrán que funcionar con combustibles neutros en carbono, y contar incluso con un dispositivo de detección, o algún tipo de sensor, que impida su funcionamiento con cualquier otro combustible que no sea neutro en carbono.

