Lo conocimos hace pocos días, y ahora ya podemos admirarlo en todo su esplendor. Se trata del Mercedes-AMG GT 4 puertas, el rival natural del Porsche Panamera que llega para quitar el trono a la berlina deportiva de Stuttgart. Y sus argumentos, como veremos, son más que convincentes: hasta 639 cv y una velocidad punta de 315 km/h.
Si hablamos de Mercedes-AMG, hablamos de palabras mayores. Que no nos engañen sus cuatro puertas ya que estamos hablando de una auténtica berlina deportiva con prestaciones de infarto, al igual que el resto de modelos firmados por el especialista en modelos de altas prestaciones AMG.
Mercedes-AMG GT 4 puertas: tres versiones cargadas de carácter
El nuevo Mercedes-AMG GT 4 puertas estará disponible en dos versiones. La básica con V8, por así decirlo, es la Mercedes-AMG GT 63 4MATIC+ viene equipada con un motor V8 de 4.0 litros con 585 cv y 800 Nm de par para una velocidad máxima de 310 km/h mientras que si queremos algo más, nuestra elección estará sin duda en la opción biturbo del Mercedes-AMG GT 63 S 4MATIC+ que eleva la potencia hasta los 639 cv y el par motor a unos brutales 900 Nm con una velocidad punta de 315 km/h. ¿El 0 a 100? Visto y no visto, en 3,2 s.
Al contrario que en la versión de dos puertas, la tracción es permanente a las cuatro ruedas y la caja de cambios es la automática de 9 velocidades AMG Speedshift MCT 9G, pero adaptada especialmente para este modelo y teniendo en cuenta su peso que ahora llega casi hasta las dos toneladas.
La novedad en el Mercedes-AMG GT 4 puertas viene de la mano de un nuevo propulsor 6 en línea denominado Mercedes-AMG GT 53 4MATIC+, de 3.0 litros y una potencia de 435 cv, suficiente para alcanzar los 285 km/h y acelerara de 0 a 100 en 4,5 s gracias un sistema mild-hybrid de 48 V que incrementa la potencia en 22 cv y 220 Nm cuando es necesario un mayor empuje, haciendo al mismo tiempo las veces de motor de arranque y alternador.
Exteriormente se ha cuidado mucho la aerodinámica, tal y como podemos observar en su alerón retráctil que se adapta según las necesidades o la incorporación del Airpanel frontal, que permite variar el flujo de aire que entra en el compartimento del motor en función de las necesidades de refrigeración del propulsor.
El chasis es más rígido en la parte delantera que en la versión de dos puertas, e incorpora en las mecánicas V8 la suspensión neumática deportiva AMG Ride Control + que modifica su puesta a punto en función de las necesidades y el estado del firme.
A pesar de ser un tracción a las cuatro ruedas, se le ha dotado de una función Drift que viene de serie en el tope de gama pero se puede pedir como opción en el resto de variantes y que, conjuntamente con la desconexión del control de tracción y el modo Race conectado, se comporte como un vehículo de propulsión.
Como suele ocurrir, las opciones son más que extensas. Destaca el paquete aerodinámico que añade aditamentos frontales, un difusor diferente así como un alerón fijo para aumentar la carga aerodinámica. Pero si sois más de pasar desapercibido, existen también los paquetes Night en negro brillante, cromado o también en carbono.
Dentro la configuración puede ser de cuatro o cinco plazas, con un gran control por parte de los pasajeros de la parte de atrás en elementos tales como la iluminación, climatización, etc. El puesto de conducción es ahora más práctico gracias a pequeños y sutiles cambios aunque siempre ha opción a las prestaciones puras, como la opción del volante Performance que añade un mando giratorio para las diferentes funciones dinámicas del Mercedes-AMG GT 4 puertas.