Las luces de un coche son críticas para la seguridad. Se trata no solo de ver correctamente, sino también de que nos vean. Las luces adaptativas son una tecnología de iluminación con un haz adaptable; la potencia y la orientación de la luz se modifican para ver mejor y no deslumbrar al resto de usuarios de la vía pública.
Las luces adaptativas, o los faros adaptativos, son una tecnología de iluminación frontal de los vehículos. Se caracteriza porque el foco o el haz de luz no es estático, sino que la potencia y dirección de la luz se modifica en función del movimiento del volante, y también del entorno. Esta adaptación se hace para que se pueda ver más a lo ancho, a lo alto y más distante y que, al mismo tiempo, se oscurezcan las zonas en las que hay otros conductores para no deslumbrar a nadie.
¿Qué son las luces adaptativas en un coche?
Un faro normal solo ilumina en línea recta, mientras que las luces adaptativas son capaces de analizar el entorno con cámara y sensores que recogen información sobre el entorno. Esta información es procesada por una centralita, que le indica al faro cómo modular la potencia y orientación del haz de luz. De este modo se amplía el campo de visión del conductor durante la noche. Pero además, hay zonas del haz de luz que se oscurecen, o se apagan por completo, para no deslumbrar.
La mayoría de estos sistemas de iluminación, los faros adaptativos, funcionan con tecnología LED. ¿Por qué? Porque los faros se configuran con una serie de módulos de iluminación independiente; y el sistema adaptativo solo tiene que apagar o encender cada módulo, de forma selectiva e independiente, para iluminar o apagar las zonas según corresponda. Todo esto, como avanzábamos, recogiendo en tiempo real información sobre el entorno, la velocidad de circulación o el giro del volante.
¿Qué ventajas aportan las luces adaptativas en un coche?
Este tipo de sistemas de iluminación ofrecen una mayor seguridad. No solo para el conductor, que en cualquier situación va a tener mayor capacidad de visión que en un coche sin esta tecnología. También para el resto de usuarios de la vía pública, en tanto que se reduce de manera significativa el riesgo de deslumbramiento.
Pero además, también hay que considerar que este tipo de sistemas de iluminación inteligentes reducen las distracciones porque el conductor no tiene que dedicar ningún tiempo a cambiar entre los diferentes tipos de luces del coche. Es algo que se hace de forma automática y, por tanto, el conductor puede mantenerse siempre pendiente de la conducción, y no dedicar su atención a modificar el comportamiento de las luces.
Y todo esto, en último lugar, repercute nuevamente en la seguridad durante la conducción por la reducción de fatiga. Con este tipo de luz adaptativa el conductor reduce considerablemente la fatiga visual que implica no poder ver la carretera correctamente. Así que, como es evidente, se trata de un avance tecnológico realmente relevante y conveniente para cualquier tipo de conductor.