Volkswagen está en crisis y ya no es ningún secreto, después de que la marca haya anunciado la posibilidad de cerrar fábricas en Alemania. Ahora el jefe de finanzas ha asegurado que tienen ‘uno o dos años’ para tomar decisiones, cambiar de rumbo y salvar su marca principal. Estas declaraciones las ha hecho durante una reunión en la sede de la empresa en Wolfsburg, en la que han estado presentes miembros del consejo de administración incluyendo a Oliver Blume, su director ejecutivo.
Volkswagen está al límite
Arno Antlitz, director financiero del Grupo Volkswagen, ha entrado en detalles respecto a los problemas que están afectando a la compañía. Y desde luego, lo más relevante es que asegura que Volkswagen solo tiene uno, o tal vez dos años, para cambiar el rumbo de su marca principal –que es Volkswagen-. En esta reunión, y escuchando tales declaraciones, también estaban presentes cientos de trabajadores enfadados y preocupados por los planes de Volkswagen. Sobre todo por ese anuncio de la posibilidad de cerrar dos de sus fábricas con el objetivo de reducir costes.
Según las explicaciones que ha dado el director financiero del Grupo Volkswagen, todo vienen a raíz de la contracción del mercado automovilístico a partir de la pandemia. El directivo considera que es poco probable volver a los niveles previos a la Covid en un futuro próximo. La caída de la demanda, y una adopción de coches eléctricos que está siendo más lenta de lo que estaba previsto, ha llevado a una situación de evidente crisis por la que habrá que tomar decisiones de forma urgente. Volkswagen va a vender unos 500.000 coches menos en un año, y el directivo contempla dos años como máximo para recortar la producción y reducir los costes con el objetivo de estabilizar la situación.
Los trabajadores de la marca no están contentos
Como te comentaba, a principios de esta semana Volkswagen informó a su comité de empresa del plan de cerrar dos plantas de producción. Esta sería la primera ocasión en toda la historia de la marca en la que el fabricante de automóviles cerrase una fábrica. Una de las plantas de producción sería una fábrica de coches y, sin embargo, la otra sería una planta de componentes. Los empleados de Volkswagen en Alemania se han mostrado enfadados por las conversaciones, y el sindicato IG Metall contempla una posible huelga.
Oliver Blume, consejero delegado de la marca, ha señalado que ‘ya no llegan cheques desde China’. Y es que, efectivamente, Volkswagen está experimentando serias dificultades en el país asiático, que hasta ahora había sido siempre una fuerte fuente de ingresos para el grupo. Unas pocas pérdidas de empleos hoy, ha asegurado, podrían evitar mañana una tonelada más. Oliver Blume también considera que hay que tomar algunas medidas urgentes para poder corregir la situación y tendencia no solo de la marca, sino del grupo automovilístico en su conjunto.
En una entrevista reciente, Oliver Blume ha explicado que la industria ha cambiado enormemente en cuestión de solo unos años en el segmento de volumen. En cualquier caso, Blume asegura que se implementarán ‘las medidas adecuadas para ser más rentables’, y que ya se están tomando medidas para ‘llevar a Volkswagen de regreso al lugar donde la marca se merece’. Todavía estamos pendientes de que esas medidas, más allá de la posibilidad de cerrar esas dos fábricas, se den a conocer de forma pública. Mientras tanto, lo que sí que conocemos es que su eléctrico más puntero se ha cancelado de forma temporal.