Volkswagen está pasando por evidentes problemas. El año pasado reconocieron que ‘ya no son competitivos’ y tuvieron que anunciar una buena cantidad de despidos, y este año hemos visto cómo han tenido que cambiar de estrategia y retrasar su eléctrico más puntero. La marca, y el grupo automovilístico en su conjunto, se enfrentan a problemas de rentabilidad. Esta semana han arrancado avisando de que están considerando cerrar fábricas en Alemania por primera vez en sus 87 años de historia, poniendo fin a décadas de seguridad laboral para sus trabajadores.
La presión de las nuevas marcas chinas
La creciente presión de los competidores asiáticos tiene relación con la situación que atraviesa el grupo automovilístico alemán. En un comunicado oficial, desde Volkswagen han anunciado que tienen planteadas algunas medidas con el objetivo de reforzar su marca, aunque por el momento no han dado detalles al respecto. Lo que sí han explicado en el comunicado es que ‘en la situación actual ya no se puede descartar el cierre de plantas de producción de vehículos y de componentes’. Además detallan que ‘la situación es extremadamente tensa, y ya no se puede resolver con simples medidas de reducción de costes’.
Tenemos que remontarnos al verano pasado para recordar que Volkswagen pidió ajustar los costes con urgencia, y ahora parece evidente que no han conseguido lo que pretendían. IG Metall, el sindicato que representa a los trabajadores del sector automovilístico en Alemania, ha respondido al comunicado asegurando que lucharán contra cualquier recorte de empleos. Además han añadido que los directivos de Volkswagen les han dicho que el plan de reducción de costes que se anunció el año no está funcionando, y que se necesitan reducir los costes en ‘miles de millones’. Respecto a esto último, desde Volkswagen no han querido confirmar nada.
El plan de reducción de costes de Volkswagen no está funcionando
Y es que el año pasado Volkswagen, y los representantes de los trabajadores, acordaron varias medidas para ahorrar 10.000 millones de euros hasta 2026. Entre otras cosas se contemplaban recortes de empleos basados en jubilaciones, renuncias y terminaciones de contratos. Pero ya no es suficiente, según este último anuncio de la marca. Y es que como ha explicado Oliver Blume, el presidente ejecutivo de Volkswagen, ‘la industria del automóvil en Europa se encuentra en una situación muy exigente y grave’. Además, ‘Alemania, en particular, como centro de producción, está quedándose cada vez más atrás en términos de competitividad’.
No hay que olvidar que el Grupo Volkswagen cuenta con nada menos que diez marcas entre las que están Cupra, Skoda, SEAT, Porsche, Audi o Lamborghini. En Europa, su marca principal está enfrentándose a una caída de las ventas junto a una menor demanda de coches eléctricos. Y la participación de la marca en el mercado chino, que es su mayor mercado, se ha reducido al mismo tiempo que sus rivales locales han estado lanzando coches eléctricos mucho más económicos.
Los aranceles a las marcas chinas tampoco son suficiente
En las últimas semanas se ha zanjado la polémica aplicación de nuevos aranceles a las marcas chinas, pero es una medida que llega tarde y no es suficiente. Entre otras cosas porque los fabricantes asiáticos ya están buscando cómo fabricar en Europa cuando llevan años disfrutando de una clara ventaja competitiva. Pero también porque incluso con aranceles, en Europa ganan más que en su propio mercado de origen.
Durante los últimos años la inacción política ha llevado a los fabricantes europeos a una preocupante decadencia que ahora, efectivamente, está convirtiéndose en una fuerte pérdida de empleo. Y como estamos viendo, con casos como el de Volkswagen, las medidas que se están tomando a estas alturas siguen sin ser suficientes para salvar la industria del automóvil en Europa.