La batería de un coche eléctrico es un componente crítico. De ella depende la autonomía y la alimentación del motor eléctrico, pero también depende la vida útil del propio vehículo, y aunque el inversor tiene un papel protagonista en ello, también la potencia de carga está influenciada por la batería. Pues bien, BYD acaba de llegar a España y es importante conocer que usan sus propias baterías y los motivos por los que este hardware que utilizan está bastante por delante de la tecnología que usan casi todos sus competidores del mercado.
Lo primero que hay que saber es que BYD no es solo una marca de coches, como puede ser el caso de Tesla o de Volkswagen, así como de otras muchas empresas del sector del automóvil. En este caso estamos hablando de una compañía de tecnología punta para diferentes sectores. Empezaron como un fabricante de baterías y hace ya unos cuantos años se adentraron en la fabricación de automóviles, pero ni es su origen ni es tampoco el ‘core’ de su negocio. Conociendo esto seguro que te costará bastante menos entender que tienen una tecnología de vanguardia a nivel de baterías, y eso por supuesto posiciona a sus coches eléctricos en un puesto de máxima relevancia en el sector.
El secreto de BYD está en su batería Blade con celdas LFP en cuchilla y un diseño ‘cell to body’
A partir de ahora vas a oír a menudo hablar de la batería Blade, que es como se denomina la batería de BYD. Es una tecnología propia de la marca –que también vende a Tesla en China, por cierto- que se basa en celdas con química LFP –litio ferrofosfato-. Estas celdas de batería tienen un diseño de ‘cuchilla’ de grandes dimensiones, nada menos que 96 cm de ancho por 9 cm de alto y 1,35 cm de grosor. Estas son las ‘dimensiones básicas’, digamos, pero tienen una estructura flexible que permite personalizar la longitud de cada celda en función del coche en el que se vayan a usar para aprovechar el espacio al máximo.
Esta estructura flexible permite que el aprovechamiento del volumen sea un 50% más alto, de modo que se iguala a las baterías de litio ternario –como las NCM, que son referencia en este sentido-. Pero es que además son celdas con una muy alta resistencia. Imagínate un palillo, que se rompe cuando se dobla, y eso sería una única celda; ahora imagina un paquete de palillos, que es muchísimo más difícil de romper. Pues así, como ‘un paquete de palillos’, es como está configurada una batería Blade con sus celdas tipo cuchilla dispuestas juntas y muy juntas.
Las celdas de esta batería Blade ya tienen unas prestaciones destacables de forma unitaria e individual, pero es que además BYD ha acertado de lleno al diseñar su batería siguiendo un esquema ‘cell to body’. Esto es que en lugar de montar las celdas en módulos independientes, y que estos módulos conformen el paquete de batería –que generalmente va ‘colgado’ del chasis-, han optado por montar las celdas directamente sobre el chasis. Se consigue así un mejor reparto de pesos, un menor centro de gravedad, una mayor seguridad frente a impactos y también un habitáculo más espacioso. Ah, y también una mayor densidad energética para conseguir más kilómetros de autonomía.
Otro punto clave es que la química LFP, que es en la que se basan las celdas ‘cuchilla’ de la batería Blade de BYD, tienen una vida útil mayor que las baterías NCM. Lo que significa eso es tan sencillo como que un coche eléctrico que tenga una batería de este tipo va a durar más kilómetros a lo largo del tiempo que un coche eléctrico con batería NCM. Es una batería capaz de resistir a un uso más prolongado en kilómetros, y que no sufre de una degradación tan acusada como las baterías NCM. Así que, a largo plazo, un coche eléctrico con estas baterías Blade nos va a salir más barato porque tardará más en morir y obligarnos a reemplazar la batería o cambiar de coche.
Pues bien, si todas las anteriores te parecen pocas ventajas deberías ver cuáles son las pruebas de seguridad a las que han sido sometidas. Las baterías Blade son, a día de hoy, las baterías más seguras que se pueden tener en un coche eléctrico. Las han perforado, aplastado, golpeado, expuesto a temperaturas extremas, y un largo etcétera, y son extremadamente seguras. Por todo lo que hemos visto es que las baterías Blade están bastante por delante de las que usan los demás fabricantes de coches eléctricos a día de hoy.