Sí, claro que esta es una opinión y habrá quien opine distinto. Pero igual que nunca me ha convencido que un fabricante haga un único diseño de coche y lo escale en función del modelo para hacerlo más grande o más pequeño según toque, sin innovación estética de ningún tipo, me he cansado también de este patrón que no deja de repetirse. Por supuesto que siguen quedando marcas que se atreven a hacer diseños distintos a los del resto, pero en los últimos años hemos vivido cómo el mercado se ha llenado por completo de modelos que tienen sus pilotos LED unidos de forma horizontal por una banda que, en la mayoría, también se ilumina.
Ni siquiera recuerdo cuál fue el primero que utilizó pilotos LED unidos por una banda horizontal, de entre todos estos coches modernos que los llevan a día de hoy. Lo que sí sé es que este elemento de diseño lo podemos encontrar en un SEAT Leon y también en un Audi Q4 e-tron, que son modelos distintos de marcas distintas con carrocerías muy diferentes y en segmentos que no tienen absolutamente nada que ver. También tiene exactamente lo mismo un Hyundai KONA de nueva generación, que parece muy innovador por su estética y también ha tirado de este recurso aunque, eso sí, desplazando las ópticas principales a los extremos laterales del paragolpes y en un módulo independiente.
Lo mismo en un coche y otro ¿Se acaban las ideas, o montarse a una moda de diseño es garantía de éxito en el mercado?
La lista es casi interminable ¿eh? No creas que porque haya dejado de poner ejemplos es porque solo esos modelos tienen estas ópticas traseras unidas. Porque podría seguir con el Mercedes EQA, o con otros que siguen la misma idea pero con cierto disimulo, como es el caso del Peugeot 408 y otros modelos de la misma marca francesa. Que, en lugar de optar por la unión directa de las luces, recurren a un módulo de color negro, acabado en plástico brillante, para mantener esa misma banda horizontal de unión pero sin que forme parte del sistema de iluminación.
También hay un patrón que se ha estado repitiendo mucho en los últimos años, y es el de los faros divididos, por llamarlo de algún modo. Hubo un tiempo en que el hecho de que el faro estuviera dividido en dos módulos independientes era original, y ahí estaba el Skoda Octavia usándolo como seña de identidad. Pero después vimos una evolución de esta idea que directamente desplazó el módulo principal a una parte más baja del frontal, directamente al paragolpes, y poco a poco el mercado se ha ido inundando también de este patrón de diseño.
El Hyundai KONA –y sí, vuelvo a mencionarlo- también era original y atrevido por seguir esta idea, pero ahora la vemos igual en un Citroën C3 –sin que sea tan exagerada la distancia entre módulos de iluminación-, en un Link & Co 01 o incluso en un BMW X7. Puede que este rasgo de diseño, de un modelo a otro, no sea tan evidente que mantiene un patrón. Pero a fin de cuentas es una idea de diseño que, efectivamente, también se ha convertido en tendencia y está llevando a que los nuevos modelos que llegan al mercado sean cada vez menos innovadores y arriesgados en términos de estética. Se está perdiendo personalidad a un ritmo que resulta, cuanto menos, llamativo.
Yo no soy un experto en diseño, en absoluto. Así que no te voy a mentir: no sé exactamente a qué responde esto, de que veamos cada vez más coches que siguen el mismo patrón en algunos elementos de su estética, y si hay detrás alguna razón de peso. Pero vamos, que lo dudo. Lo que sí soy, más allá de mi posición como probador de coches, es un consumidor igual que todos. Y un amante de los vehículos, que duda cabe. Y desde esta posición es desde la que veo que los diseños son cada vez más aburridos, más previsibles, más ‘estandarizados’ y con menos personalidad.
Y lo que sí me gustaría es saber tu opinión. ¿Soy el único que se está cansando de ver los pilotos unidos por una tira LED horizontal en una buena parte de los modelos que se estrenan, o de ver esos dos módulos frontales de iluminación independientes? Es verdad que muchos de estos modelos que comparten elementos estéticos ‘de moda’ me gustan, pero también es cierto que cada vez valoro más los nuevos modelos que llegan con diseños arriesgados, diferentes y con personalidad propia.
