El CEO de Stellantis, el grupo automovilístico propietario de Peugeot, Opel, Citroën, DS y algunas otras, ha alertado durante el CES Las Vegas 2023 del peligro de los coches chinos para la industria del automóvil en Europa. Quien se ha pronunciado al respecto es Carlos Tavares y, recordemos, es quien encabeza el cuatro mayor fabricante de vehículos a nivel mundial. Allí, el directivo ha asegurado que de no encontrar una respuesta al avance de las nuevas marcas chinas de coches eléctricos se producirá una lucha terrible en nuestro mercado.
Las marcas de coches tradicionales, europeas, son perfectamente conscientes de que están surgiendo nuevas marcas de coches eléctricos de China que están empujando fuertemente el mercado. Claro, también es verdad que algunas de ellas están desembarcando en el mercado europeo con ayuda del Gobierno asiático. Y también hay que recordar que China bloqueó su mercado durante muchos años y obligó a los fabricantes occidentales a entrar en China de la mano de empresas locales. Eso ha servidor para que los fabricantes chinos hayan aprendido de nosotros la forma de proceder en el aspecto puramente industrial, y hayan aprendido a identificar cómo encajar en el mercado europeo. Ahora ya es tarde para darse cuenta de todo eso y en este momento hay cada vez más preocupación. Así lo ha manifestado el directivo de Stellantis, que ha hecho referencia de forma específica a que ‘la diferencia de precio entre los vehículos europeos y los chinos es significativa’, como bien han podido ver ya los consumidores europeos.
Stellantis teme a las nuevas marcas chinas de coches eléctricos y ve un problema para el mercado europeo
Carlos Tacares ha hecho hincapié en que ‘si no cambia nada en la situación actual, los clientes europeos de clase media van a recurrir cada vez más a modelos chinos’. Y esto no tiene que ver únicamente con lo que se está viviendo dentro del sector del automóvil, sino en que tal y como ha recalcado el directivo de Stellantis los europeos están perdiendo poder adquisitivo. Pero claro, es que la regulación europea, como ha recordado Carlos Tavares, hace que ‘los coches eléctricos europeos sean un 40% más caros que los fabricados en China’. Es decir, que la regulación en el Viejo Continente no está ayudando en absoluto al sector y el mercado.
En lo que ha querido enfocarse el directivo de Stellantis es en que Europa está a tiempo de modificar su regulación para corregir la tendencia de la industria del automóvil en el Viejo Continente. Ha asegurado que ‘hemos visto esta película antes y es un escenario muy sombrío, pero no tiene por qué ser así’. Con esto se refría a que la industria del automóvil podría seguir los pasos de la industria de paneles solares, que ya está dominada de forma casi completa por el país asiático. Y se ha dado esta situación, efectivamente, porque la regulación no ha ayudado a las empresas europeas en lo más mínimo.
Carlos Tavares apuesta por dos escenarios posibles. Uno de ellos podría ser reducir la capacidad de producción y trasladar las fábricas en las que se producen los coches eléctricos europeos a otros lugares más favorables. De hecho, ya son varias las marcas de coches tradicionales occidentales que se han movido a China porque les resulta más barato fabricar allí y exportar de vuelta los vehículos. Esta es la única opción que quedará, según el directivo, si el mercado europeo se mantiene abierto y para tratar de hacer frente a los coches chinos de forma directa.
Pero Europa tiene otra opción, y es la que en Stellantis consideran que sería el camino correcto, que sería cambiar la política comercial. El directivo de Stellantis considera que se debería reindustrializar Europa para así tratar de recuperar las industrias y las cadenas de producción que se han perdido. No son los únicos que creen que, si se replantean las políticas comerciales e industriales en Europa, las empresas del Viejo Continente lo tendrían más fácil para competir de manera equilibrada con los chinos dentro de nuestro propio mercado. Pero, de momento, Europa no mueve ficha y el tiempo sigue pasando mientras las marcas chinas avanzan.