Si de algo pueden presumir los coches eléctricos es que, frente a un gasolina o un híbrido, tienen que pasar menos por el taller para hacer los mantenimientos programados. Es decir, que pasan la revisión cada más kilómetros porque tienen menos piezas de desgaste, aunque también usan lubricantes –aceites- en los diferenciales, además de que consumen líquido de frenos y tienen igualmente líquido refrigerante. El hecho de contar con menos componentes mecánicos móviles hace que su desgaste sea menor y que el mantenimiento sea más sencillo. Y adecuándose a ello, BYD ha ampliado el tiempo entre revisiones en sus talleres.
En este aspecto Tesla es el referente indudable. La marca de coches eléctricos nació ya siéndolo, y no ha pasado por una transformación desde coches de combustión. Por eso, prácticamente no hay que pasar por el taller con coches de esta marca. Ahora BYD, que también se dedica a los coches eléctricos, aunque en su gama cuenta también con modelos híbridos enchufables, ha seguido los pasos de Tesla y ha recortado las necesidades de mantenimiento de sus vehículos. Algo que, por cierto, no solo va a simplificar la vida de sus clientes sino que también supone un importante ahorro económico para los usuarios de la marca.
BYD cambia las revisiones de sus coches, ahora son cada más tiempo y más kilómetros
Los equipos de ingeniería de la marca han llevado a cabo una profunda revisión de las operaciones de mantenimiento. Han tenido en cuenta las condiciones de uso de sus vehículos, el kilometraje y el comportamiento de sus clientes, y acaban de introducir un cambio en el programa de mantenimiento de su gama de vehículos para adaptarlo a las necesidades de sus clientes. Así, desde ahora en adelante, y también con efecto retroactivo para quienes ya tuvieran uno de sus vehículos, las revisiones se pasarán cada 30.000 km ó 2 años.
Antes las revisiones se tenían que hacer cada año, y ahora en los coches eléctricos de la marca los mantenimientos son cada 2 años ó 30.000 kilómetros, lo primero que ocurra. No obstante, para su híbrido enchufable BYD Seal U DM-i, y otros híbridos enchufables que puedan llegar al mercado más adelante, las revisiones se tendrán que pasar una vez al año. En el caso de vehículos con este tipo de mecánica se establecen los mantenimientos cada 15.000 km ó 12 meses, lo que primero ocurra. Hasta ahora había sido cada 7.500 kilómetros.
La garantía se mantiene como hasta ahora
Lo que no ha cambiado en las condiciones del fabricante es que toda la gama de modelos, incluyendo tanto los eléctricos puros como los híbridos enchufables, cuenta con 6 años de garantía ó 150.000 kilómetros para el vehículo y 8 años ó 200.000 km en el caso de la batería de tracción. Es de sobra conocido, por cierto, que la marca china usa su propia batería Blade compuesta por celdas LFP. Ya solo por su química este tipo de baterías son más longevas que las que se basan en celdas NCM, y además son mucho más seguras en cualquier circunstancia.
El movimiento por parte de BYD me parece acertado, desde luego, pero siguen teniendo margen. Otros fabricantes, y de nuevo hay que referirse a Tesla, tienen unos requisitos aún más laxos en lo que se refiere a los mantenimientos periódicos y preventivos. Y esto no solo supone perder menos tiempo pasando por el taller cuando, a priori, no es necesario. Es que además supone un importante ahorro de dinero para el cliente, que no tiene por qué pagar por mantenimientos que realmente no son necesarios en un coche totalmente eléctrico. Así que este es el camino acertado, pero BYD puede seguir mejorando las condiciones para sus clientes.