Esta semana se pudo conocer que Ford pierde 100.000 dólares por eléctrico vendido, así que la situación de la compañía americana en torno a los coches eléctricos no es buena. Y uno de los mayores problemas que tienen es que sus costes de producción son muy altos, de modo que con el nivel de demanda que existe no son capaces de sacarle rendimiento a este negocio. Últimamente han estado bajando precios en algunos de sus coches eléctricos, como la bajada del 17% sobre el Mustang Mach-E a comienzos de este año; y ha servido para aumentar sus ventas un 141%, pero todavía no es suficiente.
La marca americana está pidiendo ayuda con la intención de mantenerse a la altura de rivales como Tesla y otras opciones que están creciendo rápido como BYD. La compañía ha consultado a sus proveedores sobre ideas y opciones para reducir los costes de sus coches eléctricos porque, como te comentaba anteriormente, su división Model E, dedicada específicamente a los coches eléctricos, no para de perder dinero a un ritmo preocupante. Han podido comprobar que bajar los precios de sus coches eléctricos ha supuesto un importante estímulo para la demanda, pero el efecto que han conseguido sigue sin ser suficiente.
Ford ha multiplicado sus ventas bajando precios, pero siguen quemando dinero y necesitan ayuda para reducir costes
En los Estados Unidos, el Ford Mustang Mach-e se ha alzado como el segundo SUV eléctrico más vendido en el primer trimestre del año, solo por detrás del Tesla Model Y. Ha logrado un aumento del 77% de las ventas con respecto al primer trimestre del año anterior. Y la Ford F-150 Lightning está establecida como la pickup más vendida de los Estados Unidos, con un crecimiento interanual de más del 80%. Es decir, que Ford está tomando algunas buenas decisiones en su negocio de coches eléctricos, pero siguen perdiendo una cantidad de dinero muy destacable con esta división.
Ford ha tenido que retrasar varios proyectos, como un SUV eléctrico con tres filas de asientos que tienen en camino, y ahora mismo según las indicaciones de Jim Farley están trabajando en reducir los costes de las baterías de una forma sustancial. Al menos eso es lo que ha indicado el propio director ejecutivo de la marca. De hecho, creen que pueden ser más competitivos en el mercado global apostando por coches eléctricos más pequeños y baratos. Han decidido, precisamente por eso, reconducir los 12.000 millones de dólares que tenían previstos de inversión en coches eléctricos. Su prioridad, en estos momentos, es perseguir la rentabilidad de su negocio en el sector del coche eléctrico.
Ya se han planteado varias medidas para reducir costes. Lo más reciente ha sido contactar directamente con los proveedores para intentar encontrar soluciones. El director ejecutivo de la marca se ha puesto el objetivo de que Model E, su división dedicada a los coches eléctricos, sea capaz de ‘valerse por sí sola’ y sea rentable. La compañía le ha dicho a sus proveedores que incluso soluciones que hayan sido descartadas anteriormente pueden tener sentido ahora, con el objetivo puesto en reducir costes de manera urgente.
El mayor problema es que Ford no ha desarrollado prácticamente nada de las partes críticas de sus coches eléctricos. Ni las baterías, ni los propios motores eléctricos, ni otros muchos componentes clave en la fabricación de este tipo de vehículos. Y depender de proveedores de componentes, evidentemente, supone unos costes más altos que contar con sus propias piezas. Ahí es donde Tesla, y sobre todo BYD, tienen una enorme ventaja competitiva por su fuerte apuesta por la integración vertical.