La marca alemana está pasando por serios problemas en estos momentos. Mientras Volkswagen se plantea el cierre de dos fábricas en Alemania, y el despido de miles de empleados de la compañía, el que sí acaba de decir adiós de forma definitiva es el Volkswagen Polo. El modelo subcompacto, que por cierto es hermano de nuestro SEAT Ibiza, deja de fabricarse en España. Uno de los motivos es la fuerte pérdida de interés que ha experimentado este modelo a lo largo de los últimos años, pero la electrificación es el otro motivo clave de su despedida.
El Volkswagen Polo de primera generación nació en el año 1975 y, aunque quizá no haya gozado de la misma popularidad y reconocimiento, es un modelo que solo llegó un año más tarde que el Golf. En sus orígenes el Polo fue un modelo de éxito, y consiguió captar la atención del público masivo gracias a una excelente relación entre calidad y precio. Esto ha ido cambiando con el tiempo, y sobre todo en los últimos años, porque el Polo ha crecido en sus dimensiones y sí, ha ido mejorando, pero sobre todo ha experimentado una fortísima subida de precio. Así que no habrá quejas de calidad con él, pero sí que hay que dejar claro que los más de 23.000 euros que cuesta el Polo más barato están muy lejos de lo que se puede considerar un coche económico.
España dice adiós al Volkswagen Polo, que deja de fabricarse, y nos quedamos a la espera de un eléctrico
Lo cierto es que la producción del Volkswagen Polo se mantendrá durante algún tiempo más y se seguirá vendiendo en Europa. Pero es la planta de producción de Volkswagen en España la que deja de fabricarlo. Hasta ahora se había estado produciendo en Navarra para el Viejo Continente, y de esta planta de producción ya no saldrán más unidades. Sus líneas de producción tienen que adaptarse a la electrificación completa porque, efectivamente, el sustituto será un coche totalmente eléctrico. Desde ahora, el Volkswagen Polo se va a fabricar en Kariega, Sudáfrica, para su exportación y comercialización en Europa.
En Navarra la marca alemana tiene proyectados otros planes. Efectivamente, la planta de producción española va a adaptarse a los coches eléctricos porque aquí, donde en estos momentos se siguen fabricando el Volkswagen Taigo y el T-Cross, es donde está previsto que se fabriquen el Skoda Epiq y el Volkswagen ID.2. No obstante, esta sustitución del Polo no será inmediata porque estos dos eléctricos empezarán a fabricarse en 2026. Así que más allá de la adaptación, que llevará algún tiempo, parece que va a haber un pequeño vacío temporal en la planta de Navarra.
Sigue habiendo importantes dudas al respecto porque la marca alemana debía hacer próximamente el cambio de la plataforma MEB a la MEB+, como un paso intermedio por el retraso de la plataforma SSP, y dadas las circunstancias financieras del grupo automovilístico alemán parece que podría no ocurrir así. Ya ha habido fuentes fiables que han asegurado a lo largo de los últimos días que Volkswagen podría mantenerse con la plataforma MEB durante algún tiempo más para finalmente, en el año 2028, dar el salto definitivo a la plataforma SSP. Una nueva arquitectura totalmente eléctrica que, recordemos, debía haberse estrenado en 2026, pero sufrió un retraso por cuestiones que no han llegado a hacerse públicas.
Estas dudas en torno a las plataformas del Grupo Volkswagen lo que plantean es si se van a cumplir los plazos previstos con respecto a estos dos proyectos, o si sufrirán algún tipo de retraso. Es decir, que hasta ahora Volkswagen se había mostrado comprometida a arrancar la producción del Skoda Epiq y del Volkswagen ID.2 a lo largo del año 2026, pero quizá con los ajustes que están llevando a cabo han podido modificar su programación prevista.