La industria está decidida firmemente a seguir avanzando hacia el coche eléctrico. Y además parece que no habrá más opciones porque, aunque Europa ha dejado la puerta entreabierta –con algunos matices importantes- al hidrógeno, tanto en combustión como bajo pilas de combustible, Toyota ya ha cancelado su apuesta para centrarse de lleno en los eléctricos puros. Y eran quienes más apostaban por la pila de combustible como alternativa, pero ahora solo dedicarán unos pocos recursos a esta tecnología y, en exclusiva, para vehículos comerciales. Pero ¿qué hay de los coches gasolina que ya tenemos, y que no morirán antes de 2030? Una opción es echarle alcohol a la gasolina.
Muchos fabricantes ya están preocupándose por el futuro de los coches gasolina que se están vendiendo hoy, porque en algún momento Europa les querrá meter mano y acabar con ellos para completar ese proceso hacia la electrificación total. Es decir, ya han abordado el proceso legislativo a seguir para vender solo eléctricos desde 2030, pero hasta ese momento se seguirán vendiendo coches gasolina, híbridos e híbridos enchufables, y algo habrá que hacer con ellos durante su vida útil si de verdad se quieren reducir las emisiones contaminantes. Pues bien, una opción posible es, efectivamente, echarle alcohol a la gasolina que usan estos motores. Pero no de cualquier forma, y no en casa, claro, sino a la gasolina que se vende en las gasolineras y con un proceso específico.
La gasolina E20 es la última oportunidad para los motores térmicos, aunque en algún momento tendremos que comprar un eléctrico lo queramos o no
Cuando los cambios legislativos en Europa empezaban a quedar claros, todas las marcas redujeron su inversión en el desarrollo de motores térmicos y, en muchos casos, paralizaron por completo este gasto. Es decir, que las marcas de coches ya están preparadas para desarrollar solo eléctricos y, efectivamente, en el año 2030 o incluso antes vender solo eléctricos a sus clientes europeos. Aún así, la vida útil de un coche con motor gasolina es larga y, por supuesto, más allá de 2030 seguirán en circulación coches con estas mecánicas alimentadas solo por gasolina o por gasolina y algún tipo de sistema eléctrico.
La Gasolina E20 es un combustible más respetuoso con el medio ambiente, se basa en gasolina con un 20% de etanol –que, básicamente, es alcohol etílico-, y promete reducir las emisiones contaminantes que produce un mismo coche gasolina en un 23% aproximadamente. En concreto, un 23% menos de monóxido de carbono y un 13% menos de hidrocarburos frente a la gasolina tradicional. Y lo mejor de todo, porque por supuesto esto es importante, es que no afecta al rendimiento de los motores.
El Grupo Volkswagen ya ha probado la gasolina E20 y ha aprobado su uso en algunos de sus motores, aunque debería funcionar en todos ellos –a priori- sin ningún tipo de inconveniente. Exactamente igual que Stellantis probó los efuels en nada menos que 28 familias distintas de motores para demostrar que eran una solución viable para mantener con vida sus térmicos y, aún así, reducir las emisiones contaminantes que estos producen. Y cuidado, que estos ‘proyectos’ no tienen la intención de prolongar la comercialización de coches con motor térmico, porque tanto Volkswagen como Stellantis están 100% centrados en coches eléctricos. En realidad, la intención detrás de todo esto es prolongar la vida útil de estos coches con motor gasolina que, a priori, se seguirán vendiendo hasta el año 2030.
Y todo esto es importante que los organismos competentes en Europa lo tengan muy en cuenta. Porque sí, va a llegar un momento –en 2030, concretamente- en el que solo podremos comprar coches eléctricos, queramos o no, porque sea lo único que se venda. Sin embargo ¿cómo se va a afrontar la ‘muerte’ de esos coches gasolina, y gasolina electrificados, que se habrán estado vendiendo hasta entonces? Pues ahora mismo parece que, efectivamente, echarle alcohol a la gasolina, y comercializar esta gasolina E20, puede ser una buena solución para prolongar su vida útil. Y merece la pena, porque también mantener esos coches, aunque haciendo que emitan menos contaminación, es favorable para el medio ambiente.