BYD acaba de lanzar al mercado, y en nada menos que seis versiones distintas, un modelo clave. Se trata de su alternativa al Tesla Model 3, aunque en este caso con mecánica híbrida enchufable, porque anteriormente ya estaba disponible como eléctrico puro. Y lo más sorprendente, en relación a sus altas prestaciones, es su contenido precio de apenas 22.000 euros para la versión más básica. Que, por cierto, ya viene con nada menos que 121 km de autonomía en modo totalmente eléctrico. La versión más alta de gama llega a 200 km de autonomía.
Hablamos de un modelo con una configuración que, según los criterios de la DGT, a día de hoy, se ganaría directamente la etiqueta Cero de la DGT en cualquiera de sus configuraciones. Sí, incluso en la versión más barata de la gama, que solo cuesta 22.000 euros al cambio directo de divisa. Y esta etiqueta ambiental, como seguro que ya sabrás, supone las mismas ventajas de un eléctrico puro. El modelo en cuestión ya lo conocemos, porque es el mismo BYD Seal que pronto se estrenará en España como eléctrico puro. Ahora bien, específicamente del que hablamos es el BYD Seal DM-i, es decir, la versión híbrida enchufable, de la que por el momento no hay confirmación oficial de que vaya a llegar a España. Pero sospechamos que llegará, y hay motivos para ello.
El BYD Seal DM-i llega como alternativa híbrida enchufable al archiconocido Tesla Model 3 y desde sólo 22.000 euros
Te sonará este modelo porque en abril, en el Salón del Automóvil de Shanghái 2023, se mostró un anticipo del mismo como BYD Destroyer 07. Pero algo pasa, que BYD le ha cogido cariño a su gama Seal, porque antes era una sola berlina eléctrica y ahora también ha llegado –a España incluido- el BYD Seal U que, en realidad, es el mismo BYD Song Plus que está disponible en China. Parece que quieren reforzar esta marca, así que podemos ir olvidándonos del nombre con el que se presentó hace apenas unos meses.
El BYD Seal DM-i es una berlina de 4,98 metros de largo, 1,89 metros de alto y 1,49 metros de alto, que tiene además una distancia entre ejes de 2,9 metros. Es decir, que se diferencia de la versión eléctrica por algunos detalles clave de su diseño, pero también porque es 18 cm más largo, 1 cm más ancho y 3 cm más alto. La versión más barata cuesta, al cambio directo de divisa, unos 22.450 euros aproximadamente. Y la más cara se queda en unos 31.350 euros. Pero ¿qué ofrece exactamente? Y la pregunta más relevante… ¿es esto una mejor compra que la versión totalmente eléctrica?
Pues bien, hay una versión con motor 1.5 litros atmosférico y una más con motor 1.5 litros turbo. Una de ellas con 121 km de autonomía eléctrica, y el otro con 200 km de autonomía según el ciclo de homologación NEDC. Declaran un consumo de tan solo 3,6 L/100 km y además registran una aceleración de 0 a 100 km/h en 7,9 segundos. Así que, sin duda, a nivel de prestaciones es un modelo de referencia dentro del segmento. Pero es que además viene equipado con un cuadro de instrumentos digital de nada menos que 10,25 pulgadas de diagonal y una pantalla central, para el sistema multimedia, que es de 15,6 pulgadas y además es giratoria.
No se ha revelado la potencia de su motor eléctrico, por ejemplo, y tampoco sabemos los detalles específicos de su batería, pero sí su autonomía. La potencia del sistema híbrido enchufable de manera conjunta tampoco se conoce, y lo que sí es más que evidente es que usa una batería Blade conformada por celdas LFP. Desconocemos la capacidad de almacenamiento energético. Y se sospecha que se podría vender en España porque hace poco tiempo se vieron unidades PHEV de BYD rodando por Europa, y más concretamente siendo sometidas a pruebas de emisiones. Además, que su denominación se haya cambiado por BYD Seal DM-i lo hace más posible aún.