En los últimos días MG ha prometido su batería de estado sólido para 2025 adelantándose a toda la competencia, y rápidamente Toyota ha respondido adelantando la suya un año con respecto a los plazos que tenían previstos. La carrera tecnológica en el ámbito de las baterías para coches eléctricos acaba de acelerarse y la última en sumarse a la ‘fiesta’ es Mercedes-Benz. La firma alemana ha dado nueva información oficial sobre su batería de electrolito sólido y aseguran que su tecnología supera los 1.000 kilómetros de autonomía real, entre otras ventajas importantes.
Más de 1.000 kilómetros de autonomía real
Se llama Solstice, es la batería de electrolito sólido del fabricante de automóviles Mercedes-Benz, y se ha desarrollado en colaboración con Factorial. Según los primeros datos oficiales que acaban de liberar, esta nueva batería va a ‘revolucionar la seguridad, el rendimiento y la sostenibilidad’ en la próxima generación de coches eléctricos. En datos más concretos, la marca alemana avanza que su batería alcanza hasta los 450 Wh/kg de densidad energética, de modo que les va a permitir ofrecer hasta un 80% más de autonomía que en sus modelos disponibles en el mercado a día de hoy.
Siguiendo con datos concretos, Mercedes-Benz puede llevar los 458 km WLTP que ofrece su Mercedes EQA de acceso a la gama hasta más de 800 kilómetros. Y si nos vamos al otro extremo de la gama, que sería el Mercedes EQS en su configuración de mayor autonomía, los poco más de 800 km WLTP que ofrece a día de hoy podrían transformarse con esta nueva tecnología de batería en cerca de 1.500 kilómetros de autonomía máxima homologada. Estamos hablando, en cualquier caso, del potencial que tiene la tecnología. Pero es posible que se usen baterías más pequeñas en el salto tecnológico, es algo que no han especificado cómo plantearán.
También un consumo mucho más bajo por el peso
El colaborador de Mercedes-Benz, Factorial, ha entrado en otros detalles y ha explicado que esta batería Solstice con electrolito sólido no solo mejora la densidad energética volumétrica, sino que además supone una importante mejora de la densidad energética gravimétrica. Esto quiere decir que para la misma cantidad de energía almacenada el peso es mucho más bajo que con las tecnologías que se están utilizando a día de hoy.
Y esto se traduce en una eficiencia muy superior. Es decir, en que los coches eléctricos que usen esta tecnología van a tener un consumo más bajo, marcando además una diferencia notablemente amplia. Y gracias a su composición con un cátodo seco, desde Factorial explican que la batería de estado sólido de Mercedes-Benz implica una producción más eficiente y sostenible. No requiere de ciertos pasos en el proceso de producción típico, de modo que el gasto energético es menor, y además deja de ser necesario usar determinados disolventes que en las tecnologías actuales sí que se requieren.
Más seguridad contra incendios
El riesgo de incendio es uno de los principales temores que existen en torno a los coches eléctricos. Y la realidad es que las baterías LFP ya han reducido este riesgo de una forma muy significativa. Aún así, como explican desde Factorial, la nueva batería de estado sólido de Mercedes-Benz, que basa su electrolito sólido en sulfuro, apunta a un nivel 2 de seguridad en base a la clasificación de EUCAR. Esto significa que aunque se dañe una celda no hay fuego, fuga térmica, reacciones exotérmicas, llamas o explosiones.
Otro importante paso hacia el frente de esta tecnología viene dado porque, al ofrecer una estabilidad térmica superior, y soportar temperaturas de funcionamiento más elevadas sin pérdida de rendimiento, el sistema de refrigeración puede simplificarse notablemente. Esto repercute en unos costes más bajos, pero también en la posibilidad de reducir aún más el peso del paquete y sus componentes asociados, y en aumentar la eficiencia y densidad.