No es la primera vez que hablamos sobre la intención de Toyota de recuperar sus modelos deportivos más míticos de los años 90. La realidad viene de la mano del Toyota Supra y los sueños, de los rumores derivados de varias declaraciones de ingenieros de Toyota que fantasean con la vuelta de sus otros miembros en el triumbirato: el Toyota Celica y el Toyota MR2.
No hace mucho ya hablamos de que Toyota podría estar pensando en lanzar un deportivo pequeño, por debajo del Toyota GT-86 y basado en el prototipo mostrado en el Salón de Tokio de 2015 bajo el nombre de Toyota S-FR. Ahora los rumores apuntan también al Celica y el MR2.
Según los compañeros de Road & Track y también de Motor1, Masayuki Kai, Ingeniero Jefe Asistente de Supra declaraba que sus intenciones son «recuperar a Celica, queremos recuperar el MR2. Ahora que hemos recuperado a Supra, lo que vendrá después dependerá de las necesidades del mercado.»
Esta vuelta de estos deportivos de los años noventa pueden ser posible, pero sólo si Toyota encuentra una alianza con otro fabricante para hacerlo. El GT-86 existe porque colaboraron con Subaru, el Supra existe porque comparte componentes con el nuevo BMW Z4 y para que un Toyota Celica o un Toyota MR2 llegue, deberán firmarse alianzas parecidas.
Los deportivos son cada vez más caros de desarrollar. Por ello, una sola empresa no puede permitirse invertir en todas las herramientas para piezas y componentes, porque se trata de automóviles de volumen reducido. Un deportivo requiere una gran cantidad de componentes específicos que no se pueden compartir con otros automóviles.
Toyota parece dispuesto a quitarse la etiqueta de vehículos aburridos e híbridos, e ir directamente al corazón. Para ello, deberán mantener el ADN de estos modelos que son muy queridos por los aficionados. Así el MR2 era un biplaza con motor central y tracción en las ruedas traseras ligero y muy divertido. El Celica, todo un ganador del Mundial de Rallyes, se valía de su magnífico y equilibrado chasis para plasmar su efectividad en carreteras reviradas.
¿Os imagináis un Toyota MR2 hecho en colaboración con Lotus?