Durante la presentación del camión de Tesla, el Tesla Semi, se anunciaba que la primera empresa en utilizar y probar el nuevo vehículo sería su propia empresa con el fin de poder surtir la demanda de transporte entre sus diferentes factorías. Dicho y hecho porque ayer, los dos primeros remolques tirados por las tractoras eléctricas han salido de la Gigafactoría que tienen Nevada.
Como es habitual, Elon Musk muy activo en las redes sociales decidió anunciar y compartir este momento en su cuenta de Instagram. Las dos versiones del Tesla Semi que conocemos, tanto la gris como la negra, han sido las encargadas de dar el pistoletazo de salida al transporte eléctrico por carretera.
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Uno de estos prototipos ya había sido cazado no hace mucho, en lo que parecía una de las pruebas que forman parte del desarrollo aunque iba sin ninguna carga. Ahora toca el turno de hacer pruebas reales tirando por mercancías reales, en este caso los productos que se fabrican en la Gigafactoría de Tesla en Nevada y que deben ser transportadas a la planta de ensamblaje que tienen en California. Estaríamos por lo tanto hablando desde las Powerpacks y Powerwalls hasta los paquetes de baterías del Tesla Model 3.
Fue el Vicepresidente del programa de camiones de Tesla, Jerome Guillen, que anunciaba cuando fueron presentados el año pasado que la propia empresa utilizaría los camiones tanto con el fin de realizar pruebas con ellas como de reducir los altos costes derivados del transporte que necesita realizar la compañía.
En este apartado, incluso el CEO de Tesla Elon Musk hablaba de que los costes asociados al transporte son monstruosos y consideraba incluso construir un sistema Hyperloop (túnel de alta velocidad) para la carga gracias a su startup Boring Company, con el fin de poder atajar el problema.
Un viaje de 400 km, pero con terreno favorable
Si observamos el viaje que tendrán que realizar los Tesla Semi, vemos que la distancia que separa la Gigafactoría de la planta de California es de aproximadamente 250 millas, es decir, algo más de 400 km. Si tenemos en cuenta que declaraban una autonomía de 800 km, creemos que será para ellos pan comido.
Pero además, el transporte juega con la ventaja del tipo de carretera al que se enfrenta. Así, la fábrica de baterías está situada aproximadamente a unos 1.450 metros de altitud, en el Tahoe Reno Industrial Center y su ruta natural de transporte es a través de I-80 W.
El camino es prácticamente en subida hasta alcanzar su cota máxima cerca de la población de Soda Springs, a unos 2.200 metros de altitud para luego descender hasta la planta de Tesla en California, en Hayward, a nivel del mar con lo que es muy probable que gracias a su sistema de recuperación de energía durante el descenso, conserve gran cantidad de su autonomía en el destino siendo la vuelta, si la tienen que hacer cargados, un reto mucho más complicado aunque una vez conseguido llegar a la cota máxima saben que luego tienen casi 1.000 metros de desnivel favorable para poder volver a recuperar parte de la energía en las baterías.
Aun así y una vez más, Tesla sigue cumpliendo con aquello que anuncia.