Que Porsche es una marca a la que le sobran argumentos para vender coches es algo de sobra conocido dentro de los aficionados al motor. Pero en esta ocasión hemos querido reunir las cinco razones que creemos más importantes para hacer y disfrutar de una gran compra. En la adquisición de un Porsche la parte del corazón es siempre la más implicada, pero existen otras razones que pueden motivar nuestra decisión y que harán que disfrutemos de una de las marcas más carismáticas de del mercado.
Por su fiabilidad mecánica
La fiabilidad mecánica de Porsche está a prueba de cualquier circunstancia. Los años han demostrado que son coches duros, capaces de hacer muchos kilómetros con un mantenimiento adecuado y no excesivamente caro. La compra de un Porsche siempre es un valor seguro en cuanto a mecánica. Solo los 911 y 996 dieron serios problemas de rotura de motor a causa del IMS. Porsche solucionó el problema reforzando las unidades que rompían en garantía y posteriormente realizando un diseño de motor diferente que suprimiera la pieza que daba problemas.
Por su estilo único e inmortal
Porsche es una de esas marcas con las que da igual el año del modelo que tengamos, nunca pasará de moda. Son maestros en cambiar todo para que todo siga igual. La clave para no pasar de moda está probablemente en no seguir las tendencias, de esta forma el 911 se mantiene como una de las siluetas más icónicas del mundo del automóvil. Desde Porsche afirman que “conjugar tradición con evolución, con futuro, es el reto más importante al que nos enfrentamos a la hora de desarrollar un nuevo 911. Por un lado sabes por dónde debe ir, y por otro debes introducir elementos nuevos manteniendo las proporciones”.
Por su tecnología
Porsche es una marca que está a la última en cuanto a tecnología. De hecho, una de sus fuentes de ingreso es la venta de tecnología a otras marcas. Está presente en varios campeonatos de resistencia en los que ha cosechado grandes éxitos. Estos avances en competición hacen que sus coches dispongan de la última tecnología disponible. Mención especial merecen los modelos turbo de la marca. Estamos asistiendo a una verdadera invasión de los coches con turbo, pero hay que recordar que Porsche ya utilizaba esta tecnología en su 911 de 1974. En aquel 3.0 cuando pisabas el acelerador y el retardo o lag se notaba de verdad, pero cuando el turbo entraba en acción te pegaba los riñones al asiento, literal.
Valor de reventa
Uno de los aspectos que poca gente tiene en cuenta a la hora de comprar un coche es el precio de reventa una vez queramos deshacernos de nuestro coche. En este aspecto Porsche es probablemente la marca que mejor parada sale, ofreciendo una devaluación muy por debajo del resto de las marcas, incluidas Premium. Esto es debido a otra de las razones que dábamos anteriormente. Su estilo inconfundible hace que sean coches que no pasen de moda, además del valor añadido que aporta la marca. Por lo que la compra de un Porsche siempre es una buena “inversión”.
Porque nos hace respirar hondo
He querido dejar para el final la que para mí es la razón más importante. Cuando llueve huele tan bien porque ciertas bacterias pasan del suelo al aire. Y cuando uno se enamora, el cerebro genera dopamina, una hormona que también se libera cuando se consumen drogas o alcohol. Cuando conduces un Porsche sientes algo parecido, te sientes vivo, como cuando escuchas tu canción favorita o te da un beso alguien que quieres. Ortega y Gasset escribió en su libro “Estudios sobre el amor” “Para el ser humano la excitación o el estímulo es primordial. Todo lo demás depende de ella hasta el punto que podría decirse: vivir es ser excitado”. Cuando bajes al garaje y arranques tu Porsche, sentirás esa excitación, que irá en aumento a medida que vayas acelerando, tomando curvas, frenando….. Seguro que el SUV diésel de tu cuñado es muchísimo más práctico, cómodo y amplio, pero te excitará lo mismo que las amigas de tu madre. Asíque, si cuando estés a punto de hacer tu último viaje en la parte de atrás de un Mercedes negro, no quieres arrepentirte de haber disfrutado de un Porsche, ya sabes lo que tienes que hacer. A ciertas edades los caprichos deben ser prioridades.