No hace falta que te la imagines, porque Adden Energy va a hacer realidad una batería de estado sólido tan impresionante que se puede cargar en solo 3 minutos y que además tiene una vida útil de nada menos que 20 años. Y es gracias a que la Oficina de Desarrollo Tecnológico de Harvard acaba de conceder a esta empresa una licencia tecnológica en exclusiva. Y esto después de que hayan recibido 5,15 millones de dólares en una ronda de financiación reciente.
Con esta ronda de financiación que acaban de cerrar, Adden Energy tiene planeado ya ampliar su laboratorio en Harvard; pero es que además también tienen ya diseñado su plan para el despliegue comercial de una batería de estado sólido de metal litio para futuros coches eléctricos. No es ni mucho menos la primera batería de electrolito sólido que conocemos, y tampoco es la primera batería con ánodo de metal litio que se nos muestra. Ahora bien, es una batería realmente interesante porque ya han avanzado que permitirá que los coches eléctricos en los que se instale en el futuro se puedan cargar por completo en tres minutos.
Coches eléctricos que se cargan tan rápido como se llena el depósito de un gasolina
Esta innovadora batería de estado sólido y de metal litio la han desarrollado investigadores del laboratorio del doctor Xin Li, un profesor asociado de la Ciencia de los Materiales de la Escuela de Ingeniería y Ciencias Aplicadas John A. Paulson de Harvard. Con una batería de tipo pila de moneda han conseguido extraordinarias velocidades de carga. La idea es escalar la batería para que llegue hasta las dimensiones y capacidad propias de la batería de un coche eléctrico. Y el porqué es sencillo: se puede cargar en tres minutos y, además, ya ha demostrado una vida útil de más de 10.000 ciclos de carga.
Esta batería, por su composición química, tiene las ventajas típicas del electrolito sólido, y las combina también con las ventajas habituales que ofrecen las baterías de metal litio. Por eso, además de una carga extraordinariamente rápida, y una vida útil destacablemente amplia, también ofrece una muy alta densidad energética. Y frente a una batería de litio convencional es más segura por la estabilidad de su composición química. En este sentido, en cuanto a la seguridad, se parecen más a las baterías de tipo LFP.
Este tipo de batería para coche eléctrico, eso sí, tardará entre tres y cinco años en estar preparada para funcionar en un producto final y de escala masiva. En realidad esto no nos sorprende, porque a fin de cuentas son varios los fabricantes de baterías que ya han anunciado que sus tecnologías con electrolito sólido no estarán listas antes de 2025. Así que, en realidad, es una tecnología que llegará exactamente cuando estábamos esperando que llegase.
Como comentábamos anteriormente, ahora mismo el objetivo del laboratorio es escalar la pila para hacer que tenga el tamaño de una celda. Una vez que escalen el prototipo, evidentemente tendrán que seguir avanzando con su desarrollo y comprobar que sus ventajas y sus características técnicas se siguen manteniendo. A partir de ahí será cuando el laboratorio pueda crear una batería completa para un coche eléctrico. Pero antes de que eso llegue a ocurrir, seguro que veremos cómo cierran acuerdos con uno o varios fabricantes de coches eléctricos.