La marca especializada en la fabricación de coches eléctricos está constantemente introduciendo innovaciones en su cadena de producción. Tesla está siempre mejorando y perfeccionando cómo funcionan sus fábricas y sus procesos, hasta el punto de que han conseguido revolucionar este campo. ¿Por qué? Porque han conseguido reducir sus costes de producción cerca de un 60%, y eso a pesar de que ahora mismo existen graves problemas en la cadena de suministro, una preocupante inflación y además las materias primas tienen precios considerablemente más altos que hace algún tiempo.
La compañía encabezada por Elon Musk ha conseguido reducir sus costes de producción de una manera destacable y a pesar de que el contexto es el peor posible, casi, para la industria del automóvil. Según informan, la reducción es cercana al 60% a pesar de que, como comentábamos, existe un grave problema de inflación, la cadena de suministros está en una mala situación y las materias primas han subido de precio. De hecho, los coches eléctricos son algunos de los más perjudicados por la enorme subida de precios del litio en los últimos meses. Pero a pesar de esto, Martin Viecha, jefe de relaciones con inversores de Tesla, asegura que el coche eléctrico, por su arquitectura tan diferenciada del motor de combustión interna, permite ‘una tercera revolución en la fabricación de automóviles’.
Tesla quiere liderar la ‘tercera revolución’ del sector del automóvil con sus coches eléctricos
Desde Tesla se refieren a la ‘tercera revolución’ considerando que la primera ocurrió a principios del siglo XX con la fabricación en masa del Ford T y la segunda en los años 70 con la introducción de la filosofía ‘Just in Time’ de Toyota. Pues bien, ahora es tiempo para la introducción de la ‘tercera revolución’ y Tesla quiere liderarla. Aseguran que es posible que tenga lugar por las diferencias que existen entre un coche de combustión interna y la arquitectura de los coches eléctricos. Según Viecha, Tesla ya está trabajando en ello introduciendo mejoras en la fabricación, cruciales para escalar la producción de vehículos eléctricos a nivel masivo.
Sea como fuere, la realidad es que las optimizaciones en el proceso de ensamblaje de sus coches eléctricos han permitido a Tesla reducir los costes de producción por vehículo de 84.000 dólares en 2017 a 36.000 dólares ahora. Y lo más curioso es que de todo este ahorro no hay una parte significativa que corresponda a las baterías. En lugar de ahorrar dinero de una forma destacable con las baterías, que no han parado de subir de precio en los últimos dos años, Tesla se ha centrado en introducir nuevas técnicas de producción y un nuevo diseño en sus fábricas que les permita optimizar la producción así como reducir los tiempos necesarios para la fabricación de un coche eléctrico.
Tesla se ve segura de poder reducir aún más los costes de producción que actualmente están asumiendo por cada coche eléctrico que sale de sus fábricas. Lo cierto es que es muy destacable que hayan bajado de 84.000 a 36.000 dólares, pero están convencidos de que pueden seguir optimizando sus procesos para abaratar aún más los costes. Lo que sin duda les ayudará será cuando lleguen baterías más económicas, y sus nuevas celdas 4680 están encaminadas precisamente a esto.
Ahora bien, también es cierto que Tesla ha sido criticada muchas veces porque a pesar de apuntar a un mercado ‘premium’ la calidad de sus acabados, en muchos casos, deja que desear frente a cualquier de sus posibles competidores. La compañía también está constantemente introduciendo mejoras aquí y mejorando su calidad de acabados. Pero por el momento siguen sin dar el mismo nivel que otros fabricantes, tanto a nivel de detalle como a nivel de ensamblaje de todos sus componentes.