Tesla, hace poco más de un año, compró una tecnológica especializada en carga inalámbrica con el evidente objetivo de ofrecer esta tecnología a sus clientes en algún momento en el futuro. La marca encabezada por Elon Musk, aunque de forma discreta, lleva tiempo trabajando en la carga por inducción. Una tecnología que, si bien no resuelve ningún problema realmente importante, supone una innovación relevante y un extra de comodidad para una buena parte de los clientes.
Carga inalámbrica para los coches eléctricos de Tesla
La compañía ha presentado varias solicitudes de patente que, efectivamente, desvelan una estación de carga inalámbrica para los coches eléctricos de Tesla y en el ámbito doméstico. Es decir, que esta tecnología, al menos de momento, no está planeada para las estaciones de carga públicas de la compañía, sino para la vivienda de sus clientes y otros sitios como el lugar de trabajo, etcétera. Y la idea detrás de esto es sencillamente dar un extra de confort, en tanto que no tenga que enchufarse el vehículo de forma física cada vez que se tiene que cargar.
Pero además hay otro punto clave. Ya conocemos de sobra la obsesión de Elon Musk con los robotaxis y, en un sentido más amplio, con la tecnología de conducción autónoma. Si Tesla considera que en el futuro sus coches eléctricos se conducirán de forma autónoma, tiene poco sentido que sea una persona humana la que tenga que conectar a mano el cargador ¿no? Este es, precisamente, el punto que explica por qué Tesla puede tener tanto interés en los sistemas de carga inalámbrica. Y lo que explica, claro, que estén solicitando patentes en torno a esta tecnología.
El gran problema de la carga inalámbrica para coches eléctricos
A comienzos de este año conocimos un sistema de carga inalámbrica con 100 kW de potencia y un sorprendente nivel de eficiencia del 96%. Algo definitivamente inusual, porque el gran problema que comparten todos los sistemas de carga por inducción que hemos ido viendo a lo largo de los años es que tienen pérdidas mucho mayores que la carga por cable. Ahora bien, es cierto que en los últimos años hemos visto llegar innovaciones como la resonancia magnética, con niveles de eficiencia mucho más altos y realmente cercanos a lo que ofrece la carga por cable.
Hasta ahora Tesla había apostado por la carga convencional a través de un brazo robótico automatizado, y sin embargo han empezado a tener un interés mucho más potente en los sistemas de carga inalámbrica convencionales. El año pasado, durante una presentación, enseñaron su primera estación de carga por inducción sin prestarse a hacer ningún tipo de comentario al respecto. Y hace poco el diseñador jefe de la marca, Franz von Holzhausen, confirmó que Tesla está trabajando en esta tecnología.
También a principios de este año nos llevamos la sorpresa al saber que el Cybertruck tiene conectores de carga inductiva, lo que evidentemente lleva a pensar que en el futuro este podría ser el primer modelo de la marca que se pueda equipar con una plataforma de carga inalámbrica compatible con la estación de carga por inducción de la que ya hay varias solicitudes de patentes.
Una buena parte de estas patentes está relacionada con la gestión electrónica de potencia dentro del sistema, con el objetivo de optimizar la eficiencia energética. Porque, como te explicaba antes, este es precisamente el problema más relevante que afecta a esta tecnología. Quizá hayan avanzado lo suficiente en su desarrollo como para que durante el próximo mes, que es cuando tendrá lugar la presentación oficial del robotaxi, puedan hacernos al menos un avance oficial de cómo será.