La carga por inducción es el proceso de carga de un objeto sin contacto de forma directa. En el caso del coche eléctrico se trata de una tecnología de carga energética de la batería sin contacto; es decir, sin necesidad de que exista una conexión física mediante cable, u otro sistema. Lo habitual es que el vehículo solo tenga que posicionarse sobre una base de carga, con un margen de error –por desplazamiento- limitado, y a una distancia máxima.
La carga inductiva, que es como también se conocer a la carga por inducción, se basa en el acercamiento de un objeto cargado a otro punto neutro. Se produce una redistribución de la carga por la fuerza repulsiva que genera la carga del primero, que es el material cargado. Para que se pueda completar el proceso de carga por inducción es necesario que el objeto se conecte a tierra de forma breve, y que después se retire.
Qué es la carga por inducción en un coche eléctrico
Este sistema, denominado carga por inducción, se suele llamar también de forma más coloquial como ‘carga inalámbrica’, puesto que se diferencia de los sistemas convencionales por el hecho de que no requiere de un cable conectado de forma física a la toma de carga del vehículo eléctrico. Se utiliza para ello la inducción electromagnética, que permite transferir la energía de forma inalámbrica desde una estación de carga o una almohadilla inductiva. Es una tecnología muy limitada en términos de potencia, con respecto a las tecnologías que se basan en conexión física.
Aunque existieron experimentos con carga inalámbrica desde muchos años antes, las tecnologías modernas de carga por inducción en coches eléctricos arrancaron en 2008, cuando se formó el Wireless Power Consortium (WPC). Los mayores avances, respecto a esta tecnología, han logrado la carga a 300 kW como máximo y a una distancia de 30 centímetros como máximo. Uno de los grandes problemas, no obstante, es que para llevar a cabo la carga por inducción en coches eléctricos se requiere de equipamiento especial tanto en la parte baja del vehículo como en la zona de estacionamiento.
También hay investigaciones que apuntan hacia la carga por inducción en movimiento, que consiste en instalar almohadillas de carga inductiva en las propias carreteras, para que el coche eléctrico vaya alimentando su batería a medida que está circulando. No obstante, a pesar de que hay muchos avances tecnológicos, y muchas investigaciones en curso, a día de hoy la carga inalámbrica en coches eléctricos es una tecnología que no está en absoluto avanzada a nivel de despliegue.