El coche eléctrico es más caro en la compra que un gasolina o un diésel, pero es más barato en mantenimiento. Y es más barato de ‘repostar’ porque la energía eléctrica es más económica que los combustibles fósiles. Pero cuidado, porque ya sabemos desde hace mucho tiempo que cargar fuera de casa es caro y, sobre todo, si utilizamos cargadores públicos de alta potencia, que son los que permiten cargar en menos tiempo. Y ahora, con la crisis energética que tenemos encima, ha quedado de sobra demostrarlo que es mala idea comprar un coche eléctrico si vamos a depender de los cargadores públicos y no disponemos de toma de carga en casa.
Hay muchos que están dando el salto al coche eléctrico porque, aunque efectivamente tengan que gastar más dinero de inicio en la compra, a la larga sale barato. O al menos eso es lo que creen, confiando en que los gastos de mantenimiento son menores y en que cargarlo es más barato que echarle gasolina a un vehículo térmico convencional. Y lo que es importante que conozca cualquier persona interesada en comprar un coche eléctrico es que sí, esto puede llegar así. Sin embargo, hay que tener en cuenta que estos beneficios solo van a cumplirse realmente si se exprime la recarga doméstica. Si se utilizan con mucha frecuencia los cargadores públicos, el ahorro apenas existe realmente.
Cargar un coche eléctrico fuera de casa es caro, y cada vez es más caro
A una tarifa de 0,6734 euros / kWh –cargador de Iberdrola-, llenar un coche eléctrico con batería de 100 kWh supone un coste de 67,34 euros. Hablamos de un cargador de 50 kW que nos va a tener ahí enchufados nada menos que 2 horas. Y esto es lo que podríamos experimentar con un Tesla Model S 100 Long Range con batería de 100 kWh y una autonomía de 647 kilómetros. Nos sale a un coste de 0,10 euros / km recorrido en nuestro coche eléctrico si usamos este tipo de cargador público. Esto, evidentemente, es una barbaridad para un coche eléctrico.
Sin embargo, si revisamos el precio medio del día de la electricidad doméstica, que está en 0,2038 euros / kWh en el momento de redacción de este artículo, las cosas cambian mucho. Aquí, cargar la batería de 100 kWh nos supondría un desembolso de 20,38 euros, menos de un tercio que el ejemplo anterior, y sin ningún problema podemos tener también un cargador de 50 kW. O de menos, para que la batería de nuestro coche eléctrico sufra menos degradación a largo plazo, y aprovechando las horas de sueño para que nos cueste además lo menos posible. En este caso sería un coste de 0,03 euros / km. Como puedes ver, esto es lo que realmente buscamos al comprar un coche eléctrico y no lo anterior.
Cuando los políticos quieran te quedas sin poder cargar tu coche eléctrico
Pero la gota que ha colmado el vaso ha llegado, efectivamente, en este contexto de crisis en el que Francia se está planteando limitar la carga de los coches eléctricos. A los cargadores domésticos no los pueden tocar, o al menos por el momento no. Sin embargo, sí que pueden aplicar restricciones sobre los cargadores públicos que están operados por sociedades. Y esto ¿qué quiere decir? Que el control sobre el sistema de carga para coches eléctricos fuera del ámbito doméstico está en manos de los políticos.
Si tienes cargador para coche eléctrico en tu casa probablemente sea un mal menor. Pero ¿y si dependes de estos cargadores para tu movilidad personal, o profesional, con tu coche eléctrico? Entonces estarías totalmente vendido. Por eso comentamos que si te estás planteando comprar un coche eléctrico, solo es recomendable si vas a poder cargarlo en casa con un punto de carga privado y propio. Solo así vas a tener la garantía de tener un precio bajo y, además, la garantía de que el enchufe del que dependes estará disponible a pesar de las decisiones políticas.