Si la marca nipona Subaru, no tuvo suficiente con su último escándalo relacionado con controles inapropiados. Ahora, se está investigando en la marca japonesa si los consumos han sido falseados por parte de sus propios inspectores en las inspecciones finales.
Japón a la estela de Alemania
Tras el escándalo del Dieselgate, se desató la polémica por la falsificación de los certificados de las emisiones. Con esto, se demostró que, no sólo la marca alemana había hecho trampas, sino que más de uno se había saltado la ley.
Nissan recientemente anunció irregularidades detectadas por el mismísimo Ministerio de Transporte de Japón. Inspectores junior realizaron tareas que no debían hacer, ya que no estaban certificados para dichas tareas. Esto fue detectado durante inspecciones en sus fábricas. Esto provocó la llamada a revisión de más de un millón de vehículos entre 2014 y 2017.
Una vez terminó el revuelo que provocó el escándalo de Nissan, se reanudó la producción, parada durante el escándalo, y apareció Subaru en escena. Se destaparon irregularidades producidas durante los últimos 30 años.
Consumos falseados por Subaru
Todos sabemos que las mediciones que realizan agencias como la europea con su ciclo NEDC, no son fieles a la realidad. Aunque esto, no significa que sean cifras imposibles de alcanzar por un vehículo. En las mejores condiciones y a velocidad de tortuga, pueden conseguirse
La empresa japonesa, anunció ayer, que sus propios inspectores habían confirmado a los investigadores externos la alteración de los datos de consumo de algunos de sus modelos.
Con este nuevo escándalo, no se alterarían las normas de seguridad. El problema vendría en el uso práctico de los vehículos alterados. Dichos vehículos, mostrarían una mayor eficiencia, con un presunto consumo real menor y unos kilómetros restantes falseados, que podrían hacer que agotases el depósito de combustible antes de lo esperado.
Subaru ya ha pagado cara la sucesión de escándalos. Sus acciones en bolsa han bajado considerablemente. Si siguen por el camino de Volkswagen, tendrán muchos más problemas económicamente hablando, pero también de cara a su prestigio en el mundo de la automoción.