Los coches eléctricos, a diferencia de los que tienen motor térmico, no tienen cambio manual y su sistema de transmisión es mucho más simple. De poner una caja de cambios manual a un coche eléctrico, además de que es innecesaria, lo que se provocaría es que pesen más, sean más caros y además tengan un mayor mantenimiento. Sin embargo, la empresa Inmotive ha logrado un 15% más de autonomía en este tipo de vehículos, y un 20% más de velocidad punta gracias a introducir un singular e innovador sistema de transmisión manual que, evidentemente, poco tiene que ver con el de un coche gasolina o diésel.
En un coche eléctrico todo parte desde el motor eléctrico que, por supuesto, recibe la energía eléctrica de la batería. Este motor eléctrico transfiere la potencia a través de dos engranajes reductores hacia el diferencial, y de ahí a las ruedas. La tecnología que nos ocupa, que se llama Ingear y ha sido desarrollada por Inmotive, sustituye al segundo engranaje de reducción y rodea al diferencial, y está diseñado para eliminar cualquier potencial pérdida en la transferencia de potencia. Se usa una cadena para transferir la potencia desde una rueda dentada impulsora a una rueda dentada impulsada; el tamaño de la rueda dentada se modifica a través de algo parecido al desviador de una bicicleta. Lo que se consigue con esto es que, a pesar de ser un sistema de transmisión para coches eléctricos con un sistema de cambio manual, la complejidad es mínima, así como el tamaño y el peso. Pero se logra una autonomía un 15% superior y además se consigue también un 20% más de velocidad máxima. Es decir, que estamos ante la primera vez que tiene algún tipo de sentido ponerle cambio manual a los coches eléctricos, más allá de contentar a los puristas y su pasión por la conducción ‘analógica’.
Un cambio manual para coches eléctricos que logra un 15% más de autonomía y aumenta un 20% la velocidad máxima
El funcionamiento de esta caja de cambios manual para coches eléctricos es sencillo; cuando el conductor demanda un cambio de marcha a una más alta, o más baja, este ‘desviador’ mueve los segmentos de la rueda dentada de forma lateral haciendo que aparezca la rueda dentada de diferente diámetro. La cadena se engrana por completo en la rueda dentada de diferente diámetro y así se modifican la velocidad del motor y la respuesta en términos de potencia y velocidad. Y esto, aunque parece similar a una transmisión manual convencional de un vehículo térmico, en realidad es muy distinto.
Aunque se cambie de velocidad, el motor no pierde la conexión con las ruedas en ningún momento. Por eso no se pierde energía y, a diferencia de lo que ocurre en un vehículo térmico convencional, no existen demoras en la transmisión de energía en ningún caso. Así que todo esto ya no va de que en un coche eléctrico se tengan las mismas sensaciones de conducción que en un coche térmico, sino que va de introducir un sistema de transmisión más eficiente que los que se usan ahora mismo y, al mismo tiempo, eliminar el problema que implica la velocidad de circulación sobre la autonomía en coches eléctricos.
Esta tecnología se conoce hace ya al menos dos años, pero Suzuki acaba de firmar un acuerdo con esta empresa. Y parece que tienen previsto contar con este tipo de sistemas de transmisión para coches eléctricos a partir del año 2025. No se conocen los detalles del acuerdo, así que es pronto para saber si trabajarán en exclusiva con Suzuki, o suministrarán sus nuevas transmisiones a más fabricantes de automóviles. Además, tampoco se sabe si tienen alguna nueva tecnología específica para Suzuki o es exactamente la misma que ya conocíamos y de la que hemos estado hablando.
Este tipo de sistemas de transmisión en coches eléctricos pueden suponer un importante cambio para los vehículos eléctricos. Porque, con la misma batería y el mismo motor, se logra un 15% más de autonomía. Es decir, que introduciendo este sistema de transmisión y una batería ligeramente más pequeña se puede conseguir la misma autonomía pero unos costes bastante más bajos. Y esto, en definitiva, se traduce en precios de venta más bajos; es decir, en coches eléctricos más baratos.