Koji Sato será quien asuma el cargo de CEO de Toyota dentro de dos semanas, a partir de comienzos de abril, y se suponía que con él al frente de la marca japonesa las cosas deberían cambiar. Más que nada, porque sobra decir que Toyota ha fracasado en los coches eléctricos hasta el día de hoy frente a Volkswagen y otros competidores. Sin embargo, tenemos malas noticias porque el futuro directivo también cree que ‘el hidrógeno es el camino a seguir’ en lo que respecta a la neutralidad de carbono. Sus declaraciones van en la misma línea de lo que consideraba Akio Toyoda, quien ha abandonado el cargo.
Akio Toyoda, el hasta ahora CEO de Toyota, mantuvo una fuerte apuesta por el hidrógeno y basó la gama de la marca japonesa en híbridos. Sí, han tenido una tímida apuesta por el coche eléctrico, pero mal y tarde. El Toyota bZ4X es el único coche eléctrico que ha llegado a los Estados Unidos y Europa, y se tuvo que retirar de forma prematura porque presentaba un riesgo real de que se le cayeran las ruedas. Este problema se resolvió, y de nuevo en el mercado mostró una autonomía pésima, que ni de lejos se acerca a las cifras de homologación WLTP en determinadas pruebas hechas por expertos. Y en China, además de este, lanzaron el Toyota bZ3. Frente a sus competidores han tenido una mínima participación en el mercado de los coches eléctricos y es más que evidente que algo ha estado fallando. Debería resolverse con la llegada de Koji Sato al puesto de CEO de Toyota, pero el nuevo directivo también quiere priorizar el hidrógeno sobre los coches eléctricos, y eso no parece una buena idea en absoluto.
¿Acaso cambiará algo el nuevo CEO de Toyota? También quiere priorizar el hidrógeno sobre los coches eléctricos cuando coja el cargo
Mientras que absolutamente todos los demás fabricante de automóviles ya han avanzado que se centrarán en coches eléctricos exclusivamente, y en un futuro bastante próximo, el que será el nuevo CEO de Toyota ha señalado que ‘el hidrógeno será la columna vertebral del futuro de la marca japonesa’, y ha hecho hincapié en la importancia de explorar soluciones que no sean los coches eléctricos puros. Es decir, que parece que la filosofía de la marca y su estrategia para los próximos años, en realidad, a pesar de este cambio de directiva, no va a cambiar como se esperaba que ocurriera y se va a mantener más bien fiel a lo mismo.
Koji Sato ha señalado que quieren ‘asegurarse de que el hidrógeno siga siendo una opción viable’, y que hace falta una ‘cadena de suministro y transporte’. Ahora bien, también ha reconocido que a menos que se vea una evolución en este sentido no se puede esperar que haya un aumento en el volumen de uso de esta fuente de energía. La buena noticia es que Sato piensa en los coches eléctricos también, y considera que jugarán un papel crucial en el futuro de Toyota junto a los híbridos y los coches a hidrógeno.
‘Estamos haciendo un gran esfuerzo en todo’, ha señalado Koji Sato, y asegura que es importante ‘seguir siendo flexibles’ como fabricante de automóviles para adaptar los productos y las energías a las diferentes necesidades de carbono neutral en diferentes mercados. Lo preocupante es esa filosofía de priorizar el hidrógeno sobre los coches eléctricos cuando, recordemos, a estas alturas es únicamente Toyota, y si acaso alguna de las japonesas, la que tiene este pensamiento. El resto van a apostarlo absolutamente todo por los coches eléctricos durante los próximos años.
El Toyota Mirai es una buena prueba de que, aunque la marca japonesa ya lo ha intentado con la pila de combustible, se ha encontrado con que su coche a hidrógeno no se puede vender en el mercado global. Aquí ni siquiera lo hemos llegado a ver, y en mercados como el de Estados Unidos se ha vendido solo en California porque no hay infraestructura de hidrógeno suficiente como para que sea un vehículo viable a nivel comercial en la escala en la que trabaja la marca japonesa. Lo del hidrógeno pinta muy bien, claro que sí, pero Toyota quiere nadar a contracorriente y en solitario, y eso sí que no tiene muy buena pinta.