La llegada de los coches eléctricos ha supuesto un importante cambio para los sistemas de frenos. Con la electrificación se ha introducido la tecnología y concepto de frenada regenerativa, que básicamente consiste en usar el motor ‘a la inversa’ para retener el vehículo y además recuperar energía eléctrica ganando autonomía. Pero es que además muchos coches eléctricos ahora tienen frenos de tambor, y no de disco en las ruedas traseras, por este mismo motivo. Pero ahora, de repente, llega ‘la pinza verde’, que es otra nueva tecnología que pretende dar otro giro a los sistemas de frenado de los coches eléctricos.
Esto es un invento de la marca Continental, que seguro que conocerás perfectamente. Y se trata de un nuevo sistema de frenos pensado y diseñado específicamente para coches eléctricos porque este tipo de vehículos tiene sus propias necesidades particulares. Son pinzas de freno más ligeras que las actuales, además de más pequeñas, que van a permitir ahorrar 2 kg por cada pinza y además otros 3 kg por cada disco. Estamos hablando de que hay un potencial ahorro de peso de 20 kg. Que puede parecer que no es demasiado, pero esto en un coche eléctrico se traduce en más autonomía; y el hecho de que ocupen menos espacio también da juego para poder instalar una batería más grande que, igualmente, se traduce también en más autonomía. Pero mucho cuidado porque la cosa no se queda ahí, y estas nuevas ‘Green Caliper’ de Continental traen algunas otras ventajas que van a afectar a los coches eléctricos en exclusiva.
Estas son las ventajas que aportan las nuevas ‘pinzas verdes’ diseñadas por Continental para coches eléctricos
Las ‘Green Caliper’ de Continental, que se traduce al español como ‘pinza verde’, son unas nuevas pinzas de freno específicas para coches eléctricos que tienen tres cambios clave. El primero de ellos es un diseño más ligero; el segundo es que tienen unas dimensiones más compactas. De esto ya hemos hablado anteriormente y repercute de forma directa en la autonomía de un vehículo con tren motriz eléctrico. Pero es que además están diseñadas de tal modo que tienen un par de frenado residual inferior a cualquiera de las pinzas de freno que se están utilizando a día de hoy en coches eléctricos. Y esto, como quizá has podido sospechar ya, también afecta a la autonomía.
La forma en que Continental ha conseguido esta gran mejora es de lo más interesante. El fabricante ha instalado en las ‘pinzas verdes’ un sistema de retracción activa de las pastillas de freno que se activa tan pronto como el conductor deja de pisar el pedal de freno. De este modo, efectivamente, se reduce el par de frenado residual. Al existir una menor fricción innecesaria entre la pastilla de freno y el disco, de menos de 0,2 newtons, apenas se pierde energía por fricción. Esto, una vez más, ayuda a que se pueda conseguir una mayor autonomía en los vehículos eléctricos y además sin perjudicar al rendimiento del sistema de frenos en absoluto.
Es más, el hecho de que exista una menor frenada residual ayuda también a reducir el desgaste de los frenos y por tanto a reducir los costes de mantenimiento del vehículo, que también es algo relevante. Y a todo esto hay que sumarle que, aunque Continental solo nos ha enseñado la pinza de freno verde de la que hablamos, este nuevo tipo de pinzas permite instalar discos de freno mucho más delgados y con un mayor diámetro. Los discos reciben una carga térmica mucho menor, así que pueden tener características distintas y, de nuevo, sin perder eficacia en el sistema de frenado del vehículo.
Esta tecnología de Continental ya está lista para producción, de modo que no tardaremos demasiado tiempo en ver nuevos modelos de coche eléctrico que cuenten con esta tecnología. En los últimos años hemos visto cómo se han empezado a desarrollar neumáticos específicos para coches eléctricos, y por fin un fabricante se ha puesto al día y ha lanzado su primer sistema de frenos específico para coches eléctricos. Este nuevo tipo de vehículo tiene algunas características muy específicas y todavía hay componentes que tienen que ir adaptándose a lo largo de los próximos años.