Frente a un motor térmico, los motores eléctricos –para coches eléctricos, evidentemente- tienen la gran ventaja de que son capaces de ofrecer una densidad de potencia brutal. En este caso hablamos de un motor que desarrolla nada menos que 14,9 CV por cada kg que pesa. El resultado es tan fácil como que llega hasta los 475 CV y tan solo pesa 32 kg. Ningún motor térmico puede conseguir esta marca, pero es que además está muy por encima de lo que logran muchos otros motores eléctricos, y esto supone un punto de inflexión para los coches eléctricos deportivos que están a punto de llegar.
Lo más curioso de todo es que, en contra de cualquier otro motor eléctrico en un vehículo, este no se va a utilizar para ‘acelerar’. El motor ha sido desarrollado y fabricado por Lucid Motors, uno de los fabricantes de coches eléctricos de referencia a nivel mundial en cuanto a prestaciones de sus vehículos. Y aunque lo normal es que un motor de este tipo sirva para impulsar un coche eléctrico, este se va a usar para otra cosa. Tanta potencia en un espacio tan comprimido es algo que se ha buscado de manera específica porque el motor tiene que hacer las funciones de la frenada regenerativa. Es decir, que se va a utilizar no para impulsar los vehículos en los que se va a instalar sino para recuperar la máxima capacidad de energía eléctrica en el momento de retención. Y te va a parecer mucho más lógico cuando te cuente que este motor se va a utilizar en la Fórmula E, y que ha sido desarrollado para la parte frontal de los monoplazas. Es un ‘segundo motor’, efectivamente orientado al sistema de frenada regenerativa, y el espacio que tenían disponible para colocarlo era realmente poco.
Así es el potentísimo motor eléctrico de Lucid Motors que da 475 CV, es ultra compacto y se va a usar solo para la frenada regenerativa
Esta unidad cuenta con el motor propiamente dicho, con el inversor, con la transmisión y con el diferencial. Todo ello en un espacio muy reducido y con la capacidad de girar hasta 19.500 rpm. Por eso, dando un rendimiento tan extraordinario en unas dimensiones tan compactas y con tantos componentes, han tenido que desarrollar un sistema de refrigeración específico. Lucid Motors lo ha llamado microjet y cuenta con tecnología patentada, que es la que permite que el motor se pueda llevar hasta un nivel de rendimiento tan extraordinario.
Pero es que, aunque este motor se vaya a utilizar en competición, y específicamente en la Fórmula E, desde Lucid Motors ya han avanzado lo que en realidad es evidente: se usará en el futuro en vehículos ‘de calle’, por lo menos, la base tecnológica de lo que se desarrolla en este ámbito. Es decir, que este diseño de motor no se va a quedar en exclusiva en las competiciones, sino que la unidad y sobre todo el sistema de refrigeración tendrán en el futuro su aplicación en el ámbito comercial.
El motor que ha desarrollado y presentado Lucid Motors nos enseña al menos dos cosas relevantes. Una de ellas es que los motores eléctricos tan potentes son clave, incluso aunque no den toda su potencia a las ruedas, para conseguir el sistema de frenada regenerativa más prestacional posible y aprovechar la energía de las retenciones. Otra, que se pueden hacer motores eléctricos con una densidad mucho mayor, con potencia superior a los actuales en espacios muy compactos.
Ya veremos, en el futuro, si no hay algún fabricante que se atreva a introducir en algún coche eléctrico deportivo, pero homologado para circular por la calle, una unidad de potencia de este tipo que esté enfocada única y exclusivamente al sistema de frenada regenerativa. En competición tiene mucho más sentido y los costes compensan, claro que sí, pero poco a poco este tipo de tecnologías que se desarrollan en competición van aplicándose también a vehículos eléctricos de alto rendimiento homologados para circular por carreteras públicos.