Como seguro que ya sabrás, CATL es con una amplia diferencia el mayor fabricante de baterías para coches eléctricos en todo el mundo. Y ahora están moviéndose con una estrategia muy clara, la de defender su liderazgo con alianzas estratégicas. Hace apenas unos días hablábamos del precio del litio, que está cayendo y se espera que se mantenga en esa tendencia. Y ahora CATL ha dado la sorpresa con una decisión clave que va a desencadenar, sí o sí, un importante desplome de precios en los coches eléctricos que empezaremos a disfrutar desde muy pronto.
En China, empezando por Tesla, se acaba de iniciar una interesante guerra de precios en torno a los coches eléctricos a la que cada vez más fabricantes se están sumando. Está ocurriendo al calor de un mercado que recibe cada vez más coches eléctricos ‘low cost’, que además son los que lideran las listas de ventas. Pues bien, ahora CATL va a empujar todavía más esta tendencia de bajada de precios. ¿De qué manera? Han informado de que la compañía está ofreciendo un jugoso acuerdo a fabricantes de coches para que accedan a un coste por tonelada de litio a la mitad, o incluso menos, del precio de mercado. CATL ya le ha ofrecido su acuerdo a empresas como NIO, Zeekr, Li Auto y Huawei, entre algunas otras, para que puedan ver reducido el coste de la tonelada de carbonato de litio en un 57,4%; es decir, de pagar algo más de 64.000 euros que se están pagando ahora mismo, a pagar poco más de 27.000 euros.
Baterías mucho más baratas y coches eléctricos mucho más baratos, pero con unas condiciones que no todos querrán aceptar
El acuerdo que se le está ofreciendo a algunos fabricantes de coches eléctricos es muy interesante, qué duda cabe, porque permitiría reducir los costes de producción de una forma muy significativa en la cadena de producción de vehículos eléctricos. Y no hay que olvidar en ningún momento que la batería es lo más caro que hay en cualquier coche eléctrico. Así que esta ventaja competitiva puede suponer, en el mercado, la posibilidad de ofrecer coches eléctricos bastante más baratos que otros fabricantes de este tipo de automóviles. Pero claro, con unas condiciones que no todos van a estar dispuestos a aceptar.
Como parte del acuerdo, CATL exige a estos fabricantes que durante los siguientes 36 meses las compañías hagan al menos un 80% de sus compras a CATL. Evidentemente, se refieren a las compras de baterías para coches eléctricos. De este modo la empresa dedicada a la fabricación de baterías para coches eléctricos se cubre las espaldas con una serie de ‘partners’ prioritarios y podría así defender su posición de liderazgo en el mercado de las baterías para coches eléctricos. Sobre todo frente a BYD, que ocupa ahora el segundo puesto y con su expansión a Europa lo va a tener bastante más fácil para luchar por el liderazgo del sector.
Pero CATL no está sola, y algunos de sus principales competidores en este mercado de las baterías para coches eléctricos han movido ficha a consecuencia de esta oferta de acuerdo. Una de las compañías que ya ha movido ficha es SVolt Energy, que ha anunciado a sus proveedores una bajada de precio del 10%. Poco a poco, todo el sector está adecuando las tarifas de sus baterías porque, efectivamente, el litio se está desplomando y es cada vez más barato de comprar. Así que, en consecuencia, a estos fabricantes también les está resultando mucho más económico producir las baterías que utilizan los vehículos eléctricos.
Que las baterías empezasen a bajar de precio, y es lo que está empezando a ocurrir, era el segundo paso en esta ecuación. El tercer paso, que todavía estamos pendientes de ver llegar, es que efectivamente los coches eléctricos, que a fin de cuentas son el producto final en esta cadena, también bajen de precio. Y no es que creamos que va a ocurrir, sino que inevitablemente ocurrirá más pronto que tarde. De hecho, antes de empezar a disfrutar de una significativa reducción de los precios de las baterías, Tesla ya ha hecho presión bajando sus precios en China, en Estados Unidos y también en Europa. Así que tardaremos muy poco tiempo en ver cómo, de forma generalizada, los precios de los coches eléctricos se empiezan a desplomar de una forma casi proporcional a cómo lo están haciendo los precios de las propias baterías.