Con el Citroën ë-C3, que es la versión totalmente eléctrica del modelo, no cabe duda de que la marca francesa ha conseguido plantear el mejor coche eléctrico económico. Es más caro que el Dacia Spring pero es notablemente mejor; y es algo inferior al MG 4, pero también es más barato. Y ahora han empezado a llegar las versiones gasolina y se han quedado muy cerca de lograr el mejor coche barato entre los térmicos. Sin embargo, bajo mi punto de vista, han cometido un error en el enfoque de estas versiones térmicas.
A principios de año te conté que me he comprado un mild hybrid y que estoy francamente encantado con él. Un coche barato, pero con etiqueta ECO de la DGT, que cada vez es un aspecto más imprescindible. Es el FIAT Panda. Que sí, es un coche más pequeño que el modelo de Citroën, menos potente y con un equipamiento peor. Es, sin duda, un coche que ofrece menos que el Citroën C3. Pero la marca francesa ha planteado el C3 para competir justo con él, en la batalla de los coches prácticos y económicos, y contra otras opciones como el Dacia Sandero. Y es aquí donde, como te digo, creo que han cometido un error de enfoque.
Sin etiqueta ECO, el Citroën C3 no es tan barato y no es tan buena opción de compra
Teniendo en su gama de mecánicas el motor 1.2 PureTech MHEV, que por cierto Stellantis lo tiene con 100 CV y con 136 CV, lo que habría cabido esperar es que hubieran apostado por este motor como configuración para la versión térmica del Citroën C3. Y sí, el modelo va a disponer de este motor próximamente, en el que se llamará Citroën C3 Hybrid, pero de momento han lanzado al mercado la primera versión térmica del subcompacto –y también la más barata- apostando por el motor 1.2 PureTech 100 CV sin electrificación, y por lo tanto con etiqueta C.
Con este motor se puede comprar por 14.990 euros, que es un excelente precio, y más aún si tenemos en cuenta que un FIAT Panda ronda los 14.200 euros. Vamos, eso es lo que pagué yo en diciembre por una unidad ‘pelada’ de equipamiento. Que, por cierto ya te expliqué por qué compro coches sin equipamiento, en sus versiones básicas de la gama. Sin embargo, el FIAT Panda juega con la ventaja clave de que tiene etiqueta ECO de la DGT gracias a un motor con tecnología MHEV.
Si nos centramos en la mecánica, considerando el segmento en el que compiten este tipo de coches, y que tienen un evidente enfoque urbano, lo de contar con la etiqueta ECO de la DGT debería ser casi obligatorio. Al menos, para mí, a la hora de decidirme por una compra u otra, desde luego que es un aspecto crítico. Y es donde creo que Citroën ha fallado, porque no solo el FIAT Panda le gana la partida, sino que además ahí está el Dacia Sandero, que también en su versión más barata de la gama tiene etiqueta ECO aunque la consigue con un motor bifuel de 100 CV.
Pero, entonces ¿qué debería haber hecho Citroën? En mi opinión, lo que tendrían que haber hecho es no sacarlo con el motor de 100 CV sin electrificación, y haber planteado directamente como su configuración más básica y barata la que lleva el motor 1.2 PureTech MHEV. Es decir, la que se venderá como Citroën C3 Hybrid. Sin embargo, la marca ‘barata’ de Stellantis ha querido disponer de ambas versiones, y el mild hybrid va a ser demasiado caro. Tendría que haber sido la opción de acceso y venderse por esos 14.990 euros, y entonces sí que se habría posicionado sin lugar a dudas como el mejor coche barato del mercado.
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