Hemos hablado muchas veces de que disponer de una instalación de placas solares en la vivienda puede suponer un enorme ahorro a medio y largo plazo, pero también hemos comentado que este ahorro se maximiza con una batería doméstica. ¿Por qué? Pues porque, aunque puedes tener una batería virtual contratada con tu proveedor, almacenar tu propia energía es lo más recomendable. Pero claro, estas baterías para el hogar han sido siempre bastante caras hasta que, de repente ha llegado Biwatt y ha cambiado el panorama. Ya están disponibles en Europa sus primeras baterías de sodio y, efectivamente, son muchísimo más baratas: desde 3.000 euros.
En las últimas semanas se ha empezado a hablar cada vez más de las baterías de sodio porque, efectivamente, los gigantes del sector están acelerando su llegada no solo para nuevos coches eléctricos de bajo coste, sino también para este tipo de sistemas de almacenamiento de energía estacionario. Las baterías basadas en celdas de iones de sodio son mucho más baratas que las NCM o incluso que las LFP aunque, eso sí, tienen una menor densidad energética. Pero claro, es que para una batería para el hogar, donde el problema de espacio no es tan grande como en un vehículo eléctrico, la densidad energética no es un factor crítico. Y sí que lo es su precio, donde estas unidades de Biwatt destacan con un precio de tan solo 3.000 euros.
Biwatt estrena su rompedora batería de sodio para el hogar, hasta 18 kWh con un precio de 3.000 euros por módulo de almacenamiento
Ya han arrancado los primeros envíos a distribuidores europeos de estas baterías de sodio de Biwatt. El primer modelo que va a estar disponible es el Biwatt W1, señala FCE, y apuesta por un formato compacto y un paquete ‘todo incluido’ contando con su correspondiente inversor híbrido. Estamos hablando de una batería modular con unas dimensiones de 600 mm x 880 mm x 165 mm que tiene un peso de 90 kg. Y explican que se pueden combinar sus módulos con hasta cuatro unidades para llegar a 18 kWh de capacidad de almacenamiento energético máximo en la vivienda.
Por cada módulo, que por cierto ofrece una capacidad de carga 2C, se ofrece una potencia nominal de 5,5 kW de salida y hasta 6,5 kW de potencia máxima. Cada uno de estos módulos ofrece 4,5 kWh de capacidad de almacenamiento de forma individual y, por supuesto, se puede usar un único módulo o hasta cuatro unidades para llegar a ese máximo de 18 kWh en función de las necesidades energéticas de cada vivienda. Y todo ello con unas excelentes prestaciones, por ejemplo, en cuanto a la capacidad de retención o en lo relativo a su rango de temperaturas de funcionamiento.
El fabricante especifica que pueden trabajar a un excelente rendimiento de descarga hasta -40 ºC y llegando a un 80% de capacidad de retención en estas condiciones extremas. Pero es que además, las baterías de sodio, por las particularidades de su composición química, tienen una mayor estabilidad térmica y ofrecen un nivel de seguridad más alto que las baterías de celdas de litio a las que estamos acostumbrados. Por eso también son baterías que se pueden instalar en interior sin problemas. Para un uso residencial parece que las baterías de sodio pueden ser mucho más convenientes que las baterías basadas en celdas NCM, o incluso que las basadas en celdas LFP, pero sobre todo por su bajo precio.
Estas primeras baterías de sodio para el hogar van a tener un precio de 3.000 euros, aproximadamente, para clientes europeos. Está previsto que las entregas arranquen durante la primera mitad de 2024 para estos clientes europeos y, por supuesto, más adelante veremos más modelos con otras capacidades de potencia máxima –y nominal-, y con diferentes capacidades de almacenamiento energético. A medida que vaya madurando el mercado de las baterías de sodio para uso residencial, seguro que también iremos viendo una notable bajada de precio progresiva.