Una batería virtual no es una batería física que almacena energía en tu casa, o en otro lugar, sino que se trata de un acuerdo con la distribuidora de energía por el cual ellos ‘almacenan tu energía’. Si tienes en casa paneles solares, el excedente de energía que produces con tu instalación de energía solar queda registrado por la compañía de energía eléctrica y se te asocia para que lo puedas consumir en otro momento. Es decir, que una batería virtual sirve para que tu compañía de luz guarde la energía solar que produces de más y te la sirva cuando más la necesites, exactamente igual que si tuvieras en casa una batería física de autoconsumo.
La batería virtual es una forma de ahorrar en la factura de la luz. ¿Por qué? Porque es un acuerdo con la compañía de energía eléctrica por el cual tú utilizas tu instalación de paneles solares para producir energía eléctrica conectado a la red, consumes lo que utilizas y el excedente se envía de vuelta a la red eléctrica. Ese excedente, que es la energía que has producido por encima de la que has podido consumir, y que por lo tanto te sobra, se la queda la compañía eléctrica y guarda un registro de cuánta te corresponde. Con una batería doméstica convencional almacenaríamos el excedente de forma física y local, pero con una batería virtual lo que hacemos es darle ese excedente de energía a la distribuidora de electricidad para que sean ellos quienes la almacenen y nos la puedan devolver cuando nos haga falta. ¿Lo bueno? que no tenemos que hacer el gran gasto que supone una batería doméstica de autoconsumo, y no necesitamos ocupar espacio físico en nuestra vivienda.
Las ventajas de una batería virtual y cómo te pueden ayudar a ahorrar bastante dinero en la factura de la luz
Si en tu casa cuentas con una instalación de paneles solares, lo normal es que en determinados momentos produzcas más energía de la que consume tu vivienda. ¿Qué ocurre con esta energía que sobra, y no aprovechas? A esto se le llama excedente, y aquí es donde entra en juego la batería virtual. Mediante un acuerdo con tu compañía energética, se puede establecer una batería virtual que acumule este excedente, de tal modo que la producción de tus paneles solares que sobra se pueda gastar más adelante cuando te sea necesario. Por ejemplo cuando el día no es suficientemente soleado, durante la noche, o en momentos de más consumo del habitual.
Como avanzábamos, esto mismo se podría conseguir con una batería doméstica instalada físicamente en tu casa. Pero este tipo de baterías son sin lugar a dudas más caras que un contrato de batería virtual y requieren de un espacio físico en la vivienda, que en algunos casos puede ser que ni siquiera dispongamos del necesario. Así que la batería virtual es una forma de ahorrar en la factura de la luz rápida y fácilmente, sin tener que hacer un desembolso económico adicional al que ya hayamos hecho con la instalación de nuestras placas solares.
La energía que vamos acumulando en nuestra batería virtual se puede vender a la comercializadora al precio del mercado regulado, para así poder ahorrar en la factura de la luz reduciendo el importe, emplearlo en una segunda residencia o en el lugar de trabajo. Por supuesto, también se puede utilizar en la misma vivienda en los momentos en los que la instalación de energía fotovoltaica no es capaz de producir tanto como necesitamos consumir. Sea como sea que lo utilicemos, es una forma de acumular energía para que la factura de la luz nos salga más barata.
La mayoría de las distribuidoras de energía ofrecen ya a sus clientes la posibilidad de contratar una batería virtual con condiciones propias, aunque suelen dar opciones muy parecidas a sus clientes. En el caso de que ya tengamos instaladas placas solares en nuestra casa, lo más recomendable es que contratemos una batería virtual o que, si nos encaja por precio y por espacio, directamente hagamos la instalación complementaria de una batería doméstica para así poder pasarnos al autoconsumo totalmente independiente.