El Mercedes AMG GT S es una de las ‘bestias’ del binomio alemán, solo con el GT R por encima. Esta versión, que es la intermedia, ofrece de serie 522 CV de potencia extraídos del archiconocido V8 4.0 litros biturbo de AMG. Y Fostla, un preparador alemán, lo ha retocado para llevarlo hasta los 604 CV de potencia aumentando el resto de sus especificaciones técnicas y dándole un aspecto aún más imponente.
Al Mercedes AMG GT S, según sale de fábrica, no se le puede poner ningún pero. Aún así, los preparadores siempre pueden sacarle un extra de rendimiento a cualquiera de estos superdeportivos. Y Fostla se ha enfrentado al AMG GT S de Mercedes para retocar la ECU, así como para modificar la admisión –con un nuevo filtro de aire de alto rendimiento- y modificar el sistema de escape. Con esto, se lo han llevado hasta los 604 CV de potencia máxima.
Así es la versión de Fostla del Mercedes AMG GT S, con 604 CV
Además de mejorar la potencia, el par máximo se ha incrementado hasta los 768 Nm. Con estas cifras, el Mercedes AMG GT S puede cumplir con el 0 a 100 km/h en tan solo 3,8 segundos. Y por supuesto, alcanzar los 310 km/h de velocidad punta, algo de lo que no habría quedado demasiado lejos con tan solo eliminar la limitación de fábrica.
Pero junto a los retoques mecánicos, Fostla ha introducido en su preparación del Mercedes AMG GT S algunos elementos aerodinámicos con un kit de carrocería deportivo fabricado en fibra de carbono. El frontal tiene una estética alternativa, con un carácter aún más marcado, hay un nuevo difusor posterior acompañado de un alerón específico, y un largo etcétera de modificaciones físicas.
Se vende en dos colores: rojo y plata mate, con el logotipo de PP-Performance y el de Fostla, y viene con una suspensión deportiva específica, y con separadores para las ruedas. Una preparación que, fuera de circuito, rápidamente puede hacer que cualquier carretera se quede corta.