Las placas solares para casa nos pueden ayudar a no gastar dinero en la luz, o al menos reducir la factura. Ahora bien ¿cuánto tiempo se tardan en amortizar? En estos momentos se tarda unos 5 años aproximadamente, y de media, aunque el cálculo hay que hacerlo según el desembolso en la instalación de paneles solares, el consumo medio de energía, el tipo de placas solares y también las ayudas y subvenciones. Es decir, que este plazo puede variar de una instalación a otra, pero a día de hoy se está tardando 5 años en amortizar las placas solares en la mayoría de los casos.
El precio de las placas solares es cada vez más bajo, y ofrecen una vida útil de entre 25 y 30 años. Lo principal, para saber cuánto tiempo vamos a tardar en amortizar nuestros paneles solares es medir adecuadamente cuál es el consumo medio de energía de nuestra vivienda. Habrá que ver la diferencia entre la energía contratada y la producida por nuestras placas solares, así veremos cuánto ahorramos cada mes y podremos calcular cuándo nos habremos ahorrado lo que nos ha costado la instalación. Pero además es importante considerar el tipo de placas solares, porque tienen diferente precio y además también tienen una productividad distinta unas a otras.
¿Merece la pena invertir en una instalación?
Hubo algún tiempo en el que se necesitaban en torno a los 9 años para amortizar una instalación de paneles solares, y durante mucho tiempo el plazo medio ha sido de 7 años. Pero las cosas han cambiado porque el precio de la energía ha subido y, sin embargo, ahora hay más ayudas y subvenciones, además de que también han bajado los precios de las placas solares. Eso ha hecho que se reduzca el tiempo que se necesita para amortizar una instalación de placas solares. A día de hoy se tarda una media de solo 5 años. Y sin embargo, contando con que una de estas instalaciones tiene una vida útil de hasta 30 años, aproximadamente, eso quiere decir que vamos a estar ahorrando durante 25 años aproximadamente.
Hay que tener en cuenta que una instalación de placas solares cuenta con subvenciones que se pueden aprovechar y van a ayudar a reducir el tiempo para amortizar el gasto. Por ejemplo, hay bonificaciones sobre el IBI –Impuesto de Bienes Inmuebles- y el ICIO –Impuesto Sobre Construcciones, Instalaciones y Obras-. Además hay también deducciones sobre el IRPF –Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas- y existen otras subvenciones autonómicas y locales. Si se aprovechan estas ventajas, el coste real de la instalación es más bajo y la amortización se logrará en menos tiempo.
Para conseguir la máxima productividad de una instalación de placas solares hay que dimensionar adecuadamente la instalación y es importante que los paneles se limpien de forma regular. Este tipo de instalaciones tienen una mínima pérdida de productividad por desgaste, así que no vamos a ver un fuerte descenso en la producción a lo largo de esos 30 años de vida útil.
Cada vez son más los usuarios de paneles solares que deciden instalar una batería doméstica como complemento. ¿Por qué? Porque así se puede guardar el excedente de energía y utilizarlo cuando no existe producción de energía solar o cuando la producción de esta energía desciende, por ejemplo, por las condiciones climatológicas. Esto supone un gasto adicional, pero también es verdad que permite plantear una instalación eléctrica autosuficiente. Es decir, que permite consumir solo la energía producida de forma local y, por tanto, dejar de pagar por la luz a las compañías eléctricas de manera total y definitiva.
En casas en las que se utiliza al menos un coche eléctrico, la instalación de placas solares es especialmente interesante porque puede ayudar enormemente a reducir la factura de la luz. Por otro lado, los fabricantes de vehículos eléctricos están planteando en sus nuevos modelos soluciones V2G. Es decir, que la batería del propio coche pueda funcionar como batería doméstica para complementar, como decíamos anteriormente, la producción de energía solar en horas en las que no se alcanza la productividad necesaria.